.Ashikabi no Shinobi.

Capítulo 36: Flor de viento

Capítulo 36: Flor de viento

Naruto supo en el momento en que se despertó a la mañana siguiente que algo era diferente. Por un lado, solo se había acostado con una persona la noche anterior y ahora había dos cuerpos presionados contra él. Otro aspecto de la mañana que reconoció como apagado fue la mano que descansaba sobre sus músculos abdominales inferiores, un apéndice delicado, femenino y sedoso que se había deslizado un poco dentro de sus bóxers.

Naruto sabía todo lo que había que saber sobre su Sekirei, al menos en lo que respecta a sus cuerpos físicos y gestos personales. Sabía lo que se sentía al sostenerlos, podía describir en detalle explícito cada curva y grieta de sus cuerpos gloriosos. Sabía cómo les gustaba dormir, qué posiciones preferían y qué hacían inconscientemente mientras dormían.

La chica a su izquierda no era una de sus Sekirei. Ninguno de los Sekirei que conocía, ni siquiera Matsu, tuvo las agallas para meter la mano en sus pantalones tan descaradamente.

Naruto abrió los ojos y miró a su izquierda. Largos mechones de cabello del color de la medianoche enmarcaban un bello rostro. Piel de porcelana. Pestañas largas. Una nariz pequeña y labios carnosos. Kazehana

Mirando a su derecha, Naruto vio que Matsu todavía estaba donde la recordaba por última vez, acurrucada contra su costado y acurrucada en el hueco de su brazo, con la cabeza apoyada en su hombro. Se tomó un momento para admirar su figura curvilínea, y luego se volvió para mirar a Kazehana. La mujer en cuestión todavía estaba dormida, su rostro tranquilo, relajado.

Naruto olió el alcohol en su aliento.

Ella, obviamente, había vagado a su cama mientras estaba borracha.

Suspirando, el rubio inmortal comenzó el laborioso proceso de despertar a los dos. "¡Muy bien, ustedes dos! ¡Arriba y hacia ellos! Matsu. Kazehana. Despierten".

"Nngg". Matsu gimió de queja cuando la fuerte voz de Naruto la despertó de su agradable sueño. Su ojo izquierdo se abrió y luego se cerró. Se acurrucó más profundamente contra el hombro de Naruto. "Cinco minutos más, Naru-tan".

...

Pasó un segundo. Entonces dos. Finalmente, Matsu volvió a abrir los ojos.

"Espera. ¿Acabas de decir Kazehana?"

Matsu se levantó y miró al otro lado de Naruto para ver a Kazehana agitándose, gimiendo y gimiendo mientras ella también se sentaba. "No tan fuerte ..." la mujer madura con los grandes pechos se quejó, una mano se levantó para acariciar su cabeza. "Por favor..."

Matsu volvió a mirar a Naruto, una ceja levantada mientras hacía la única pregunta que alguien como ella sería capaz de hacer en una situación como esta. "¿Te importaría explicar por qué hay otro Sekirei en tu cama? Soy los cuatro tríos pervertidos, pero hubiera esperado que fuera con uno de tus Sekirei. No con Kaze-tan".

"Estás preguntando a la persona equivocada", dijo Naruto, permitiendo que sus brazos finalmente se deslizaran por debajo de las dos jóvenes zorrascas. Estaban un poco entumecidos, pero por lo demás bien. Nada que una buena sacudida no solucione.

Siguiendo el ejemplo de los dos Sekireis, Naruto se sentó. Puso una mano detrás de él para que sirviera de apoyo, mientras que la otra envolvió la cintura de Matsu y la atrajo hacia él. La pelirroja solo tuvo tiempo suficiente para abrir los ojos antes de que sus labios obstaculizaran su boca. A pesar de su asombro, Matsu felizmente le devolvió el beso, e incluso dio un paso más cuando deslizó su lengua en su boca.