Capítulo 14. Gominolas

7K 643 337
                                    

Madrid, 15 de octubre de 2025

5 años y medio después...

- Está claro que no, Pedro, no va a ir... no, no necesito hablarlo con ella...porque no va a sentarse con ese tío... ¿cómo que qué pasa?, ¿es que no sabes que se ha dedicado a criticarla prácticamente desde que empezó a salir en la tele?... me da igual que no haya sido en tu programa, no va a ir... tío, en serio, nos encanta tu programa, pero no se va a sentar en la misma mesa que ese gilipollas... ¿y si sabes que es gilipollas para qué le tienes en plantilla?... ya bueno, dale una pensada y volvemos a hablar en unos días, ¿vale? – la rubia se deja caer en aquella incomodísima silla que le habían preparado para que descansase durante la firma y alcanza un botellín de cerveza bien fría que siempre se aseguraba de tener cerca.

- ¿Qué?, ¿cómo ha ido? – pregunta Miki a su lado.

- Irá... pero será con las condiciones que establezcamos nosotros – contesta colocándose el flequillo tras la oreja y dirigiendo la mirada hacia el tumulto ruidoso de adolescentes, y no tan adolescentes, que se agolpaba en aquella enorme plaza madrileña - ¿cómo lo está haciendo hoy?

- Pues en su línea, tiene loco a Joan, ha firmado ya treinta fotos, siete guitarras, dos sujetadores y hasta el caparazón de una tortuga – explica el chico entre risas.

- Ah, veo entonces que le ha quedado claro lo de "sólo puedes firmar el último disco" – contesta irónica la chica.

- Por cierto, cancela lo que sea que tenga esta noche porque ya nos ha dicho que va a firmar a todo el mundo – dice el catalán con toda la dulzura que puede.

- ¡Oh!, ¡venga ya!, no me jodas – protesta la chica – pero si quedan más de la mitad y ya lleva casi dos horas.

- Dice que si es la última firma antes de las vacaciones no puede irse dejando las cosas a medias – cuenta él – por cierto, ¿hay porra esta vez para adivinar cuánto le duran las "vacaciones" esta vez?

- No, ya es demasiado predecible – contesta de mala gana – a mí con que me deje descansar un par de días ya me hace feliz.

- Jajajaja, joder, qué exagerada... - se ríe el chico a quien, de repente, le cambia el gesto – Creo que vamos a tener problemas hoy...

Aquello pone en alerta a la representante que se incorpora rápidamente para ver como la gran Natalia Lacunza desplegaba todos sus encantos con una de las chicas que habían acudido a la firma... ella y aquella especie de obsesión por las rubias con cara de muñeca. Pero, aunque era bastante habitual que la artista tontease con alguna de las fans, incluso que se las llevase a cenar tras las firmas y después a jugar un rato a su habitación, lo que no lo era tanto era que fuesen tan jóvenes como aquella que ahora tenía delante.

- ¿Qué edad me has dicho que tienes? – pregunta la navarra, mientras firma la extraña foto que le había dado la pequeña.

- Ya mismo cumplo catorce – explica la niña, algo tímida, evitando todo lo posible mirarla a los ojos.

- Y... ¿vives aquí, en Madrid? – sonríe la cantante, distraída con la sonrisa de la pequeña.

- No, estoy de visita y he aprovechado para venir a verte – contesta, sonriéndole también.

- Vale, pues... - Natalia es interrumpida por el carraspeo de la siguiente fan de la cola, que ya reclamaba su atención, y cuando vuelve a mirar a la chica, ésta ya está bajando del pequeño escenario que habían montado los del ayuntamiento - ¡eh!, ¡¿con quién has venido?

Confitadas | AlbaliaWhere stories live. Discover now