MAE

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7|: ❝you lead.❞

Una semana después de su exitoso robo, las noticias de la muerte del millonario recién salen a la luz. Toda la bandada alberga dudas sobre la razón, pero hasta que no se presentara algo que supusiese un problema, no actuarían al respecto.

Las noticias lo apuntan como un suicidio, y pese a la sorpresa de Adrian al ver cómo su mínima intervención había surtido efecto, aún cree que hay grandes posibilidades de que eso no sea lo que en realidad piensan los dueños de la casa y los que llegaron a conocerlo.

La única cosa que podría salvarlos de las sospechas es que Fitzgerald hubiese presentado síntomas de próximo suicidio ante su círculo cercano, pero eso era casi imposible para alguien tan rico y con la vida resuelta. Entonces, por el contrario, conllevaría a analizar a fondo la muerte y terminarían descubriendo que fue un asesinato, si no lo habían hecho ya. Lo que los deja con una pregunta: ¿por qué lo habían presentado como un suicidio?  Ya que, si hubieran hecho pública la noticia del asesinato, tendrían más gente colaborando para encontrar a los culpables.

Tiempo más tarde de que el par de chicas haya visto estas noticias en el apartamento de Eloise, ambas se dirigen al hogar del chico moreno para examinar los hechos. Deliberan las posibilidades, y gracias a la poca información que poseen, deciden esperar hasta que se afirmara que aquellos eran los anuncios finales para comenzar a investigar qué se llevaba en manos la familia del difunto.

Allí, Mae también les enseña la elegante caja que había sacado de la mansión, habiéndose olvidado de ella hasta que vio las noticias en la televisión. Dentro, sólo había una joya adornada con grandes gemas rojas impecables. Decidieron que Mae se quedaría con la caja y su contenido y luego de averiguar su valor aproximado y venderla, repartirían el dinero.

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Hernold's se encuentra tan concurrido como se puede esperar una noche de viernes de primavera. Mae toma asiento en la barra junto a Adrian y Trevor. Los tres son los últimos en llegar. A Caiden y Eloise se los puede distinguir en la pista, y el paradero de Wyatt es desconocido, como siempre.

El chico moreno pide un whisky y su acompañante una cerveza. Mientras, Adrian bebe lentamente el contenido transparente de su vaso. La muchacha se encontraba exhausta luego de una noche casi en vela estudiando una improvisada prueba de su amiga Baxinne, quien insistía en hacer su enseñanza lo más similar a la tradicional posible. Toma su cerveza con la vista clavada en Adrian, sin observarlo en realidad.

—Grappa —dice sacando a Mae de su espasmo.

La chica se toma un tiempo antes de notar que le hablaba a ella.

—¿Perdón? —inquiere.

—Es grappa —repite enseñando su bebida para referirse a ella. Mae concluye que el muchacho la había visto mirando su vaso—. ¿Quieres probar?

Ella tarda unos segundos en acceder, totalmente despreocupada. El líquido dulzón quema al bajar por su garganta, pero no tan desagradable como pensaba. Finalmente decide salir de su zona de confort por esa ocasión, y dejar a un lado a su adorada cerveza para imitar a su amigo.

Tarde en la noche, alrededor de las dos de la mañana. Los pies de Mae se encaminan a la pista junto al chico moreno que había consumido más vasos de whisky de los que hubiera debido.

Pasan un buen rato bailando al compás de la música, acompañado por algunos que otros tropezones e interrupciones de nuevas presencias. Hasta que un muchacho fuera de lo común cruza la vista de la chica de ojos verdes. Las bebidas que había digerido ya habían dejado de estragar su cabeza y retomó la conciencia parcial, aunque aún afectada por una impulsividad implacable.