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Gerard deslizó su lengua suavemente en la boca de Frank, moviendo de forma circular y siendo innecesariamente subido de tono. Con sus ojos cerrados solo intentaba disfrutar al máximo, sin importarle que a alguien pudiera molestarle.

Se alejó del contrario apenas unos centímetros para quitarse los lentes 3D y sin siquiera enfocarse en otra cosa, volvió a los labios del castaño. Estaban en el cine, en la última función del día para ser exactos, y además de ellos solo había otra pareja, haciendo exactamente lo mismo que ellos, así que no llamarían la atención de nadie.

Se habían estado besando desde que comenzó la película, de vez en cuando se daban caricias en sus brazos o incluso en el muslo, pero nada más allá que eso.

—Me gusta besarte—Gerard susurró junto al oído del menor, para luego apoyar su cabeza levemente sobre su hombro, apoyando su mano en su pecho.

—A mí también me gusta—se tomó el pequeño atrevimiento (como él lo consideró) de alzar sus manos y tomar el rostro del contrario. Acomodó su cabello por detrás de sus orejas y admiró cómo el pelirrojo se dejaba hacer sin ningún tipo de protesta—, pero es que en realidad a mí me gustas tú.

—Eres tan directo, Frank—soltó una risita suave y desvió un poco su mirada—. Pareces tan tímido pero después... ¡Zaz!, me dices estas cosas—habló de manera tranquila y divertida, observando de vez en cuando la sonrisa del contrario—, de todas formas es genial, a mí también me gustas.

Mientras lo decía se acercó a sus labios, picoteando de su boca algunos besos rápidos y castos, como si fuesen dos niños, aunque después de unos segundos los besos subieron de nivel y en menos de un minuto ya se encontraban en la misma situación que antes.

Oye—Frank llevaba su propio vaso tamaño grande entre sus manos, habían salido con el del cine. Sacudió un poco el vaso y notó que dentro solo quedaban algunos hielos—, ¿a ti también se te terminó?—le dió un suave golpe con uno de sus dedos al vaso que llevaba Gerard, y notó que le quedaba más de la mitad, para luego observarlo con intriga.

—No me gusta mucho la Coca-Cola—comentó para justificarse, y el castaño lo comprendió, aunque no entendía entonces por qué no había pedido algo diferente—¿Quieres?

El menor creyó que le daría su vaso, pero se detuvo y le acercó el sorbete hasta su boca. Frank no replicó demasiado y bebió sin ningún problema, tal vez un poco sonrojado, pero sin importarle mucho.

—¿Gerard Way?—una joven bastante animada se acercó al mayor con esa pregunta, llevaba un aspecto peculiar, con botas altas y una gran sonrisa. El mencionado asintió, observandola escéptico—. ¿Puedo tomarme una foto con usted?

Gerard rió suavemente al escuchar la palabra "usted", y asintió con todo su encanto. Frank tomó el vaso que tenía en la mano el mayor y al hacer eso permaneció con sus dos manos ocupadas mientras veía al contrario tomarse una selfie con la chica.

Suspiró un poco al verlo sonreír dulcemente, la bufanda negra que llevaba lo hacía ver elegante, aunque en esa ocasión iba vestido bastante normal, solo con unos jeans negros y una chaqueta de mezclilla con todos sus botones cerrados, a excepción del que se encontraba más cercano a su cuello. Se había quitado sus lentes oscuros para la fotografía, pero apenas se despidió volvieron a su lugar.

—Creo que llevar lentes oscuros de noche y en un espacio cerrado llama aún más la atención—comentó el castaño entre risas volviendo a caminar, y Gerard no pudo negarlo, pero se le veían bien los lentes y eso era lo que más le interesaba.

—Está bien, de todas formas mi cabello no es muy disimulado—rió rozando sus propios mechones rápidamente, y en menos de unos minutos ya habían arrojado a la basura los vasos y se dirigían hacia la pista de patinaje sobre hielo.

Los patines con las cuchillas debajo no eran muy reconfortantes para la inseguridad del pelirrojo, nunca antes había estado en un lugar así, pero Frank se veía muy emocionado y al parecer tenía experiencia.

La mujer que los atendió, les indicó las leves recomendaciones para básicamente no partirse la cara contra el hielo y tan solo con eso les abrió la puerta de la pista para entrar.

El pelirrojo no podía decir que caminar sobre los patines era difícil, al menos sobre el suelo firme, era algo así como andar en tacones, pero apenas puso un pie sobre el hielo, prefirió sostenerse firmemente de los barandales.

—No vas a aprender si no te sueltas—el menor se acercó al contrario un poco más de lo necesario, no podía controlar demasiado las distancias—, a veces vengo con Jamia y por eso sé hacerlo, no es difícil, sólo suéltate.

Gerard obedeció y tomó una de las manos de Frank. En la pista no había nada más que un grupo de amigos, pero parecía que estaban por irse, así que si se caía no pasaría demasiada verguenza, solo con Frank, aunque eso no fuera poco.

—¿Lo estoy haciendo bien...?—terminó su frase en el suelo debido a haber perdido el equilibrio, y de rodillas, apoyado sobre sus talones alzó la mirada—. Oye sí, ¡qué fácil es!—mencionó con sarcasmo.

—Levántate—el mayor intentó sostenerse del contrario, pero este se alejó solo para hacerlo molestar—, a ver si me alcanzas.

Gerard hizo una expresión que demostraba lo ofendido que estaba, pero inmediatamente intentó ponerse de pie, gateando un poco. Había dejado sus lentes junto a sus botas en el locker, así que podía demostrar la frustración a través de sus ojos esmeralda.

—Pareces Bambi en el hielo—se burló Frank, viendo cómo temblaban un poco sus piernas. Se encontraba a unos metros del pelirrojo, y realmente intentó continuar riéndose un poco de él, pero Gerard logró ponerse de pie.

Además de ese gran logro, movió el cabello de su rostro con sus manos, tenía una postura segura a pesar de la situación y su mirada lo dejaba derretido, la palidez de su piel era impresionante y el ánimo risueño que tenía le encantaba.

Antes de que pudiera reaccionar, Gerard lo empujó lo suficiente como para perder la estabilidad y ambos cayeron al suelo, sus rostros quedaron realmente cerca y el pequeño vapor que salía de sus bocas por el frío se hacía notar.

Frank entrecerró un poco sus ojos, creyendo que se besarían, pero Gerard movió su rostro disimuladamente y se alejó, aún había personas en el centro comercial, y realmente no deseaba ser visto en público besando a alguien que no fuese su novio.

El castaño inclinó sus cejas inseguro, tratando de ignorar aquello.

* * *

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I really need you tonight. [Frerard]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum