166. ¡Un Ataque De Celos!

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Entramos a la casa.

—Oye, en verdad pienso que es una mala idea este juego —le comenté a Pau. Ella aún mantenía una sonrisa en su rostro.

—No me quedó opción, Emi —dió un profundo suspiro—. ¿Viste que sólo así logro captar la atención de Nath?

—Sí, pero se veía muy molesto.

—¿En verdad? ¿Viste la cara que puso? —Pau soltó una carcajada—. A ver si ahora sigue jugando con la misma emoción.

—Dudo mucho que siga emocionado como hace rato.

—Hmm…Pau, temo que se moleste contigo por eso —le dijo Yael, preocupado.

—Tranquilo, cuando me diga algo le haré saber por qué fue. 

—Está bien —Yael le sonrió—. Yo ya estaba creyendo que de verdad haríamos palomitas.

—Claro que sí las haremos —aclaró Pau—. Voy a decirle a la mamá de Emi que me ayude como anteayer… por cierto, ¿en dónde está? 

—Está en la cochera arreglando las cosas para la comida —respondí—, ve a decirle si quieres.

—Muy bien, ahora voy.

—Genial, nosotros vamos a ver a mi primo a su cuarto para darle su cómic.

—Regreso en un rato, chicos —Pau salió hacia la cochera. 

Yael y yo entramos al cuarto de mi primo pero él no estaba ahí, así que fuimos al nuestro para levantar el cómic mientras lo buscábamos.

—Oye, ¿y si vamos donde está tu mamá? —preguntó Yael—. ¿Ahí debe de estár también tu primo?

—Está bien, vamos entonces 

Tomé nuevamente el cómic que había asentado en la cama e íbamos camino a la puerta cuando Nath entró a toda prisa, abriéndola bruscamente. 

—Hola Nath, ¿Ya terminó el…? —intenté preguntarle pero él me ignoró. Pasó junto a mí sin mirarme, fue directo hacia Yael y lo empujó con fuerza.

Por suerte él tenía la cama detrás y cayó encima.

—¿Oye qué te pasa? —le pregunté, disgustado por lo que hizo.

Él estaba muy furioso y agitado.

—¿Nath, por qué me empujaste? —le preguntó Yael, sorprendido mientras se levantaba rápidamente.

—¡No te hagas tú sabes bien por qué fue! —le respondió con el ceño fruncido, muy enojado.

—¿Qué? ¿Cuál es tu problema? No puedes venir y hacerle eso a Yael.

—¡No me digas nada, Emi! —Nath retrocedió unos pasos de nosotros.

—¿Cómo no? Si tú vienes de la nada y lo empujas, a ver dinos… ¿qué te pasa?

—Tú lo sabes también.

—Bueno, supongo que es por lo que viste hace rato, ¿cierto? —Nath me dirigió la mirada—. Si es por eso Yael no tiene nada que ver, tú eres el que no se da cuenta de lo que haces —le expliqué y me acerqué a ellos.

—Aqui vamos… —murmuró, disgustado.

—¿Vamos con qué? ¿Qué te sucede?

—Como siempre yo soy el que hace las cosas mal, ¿No? Pero aquí este nunca hace nada.

—¿De qué estás hablando? —le pregunté, confundido y soprendido por lo que decía, no estaba entendiendo.

—Que a Yael jamás le dices nada, tu solo ves haciendo esto o aquello y nunca te molestas con él —explicó, muy enojado—, en cambio conmigo todo está mal.

Amigos Inesperados 1 & 2 (LemonGrass, Fanfic)Место, где живут истории. Откройте их для себя