Amigos Inesperados 1 & 2 (LemonGrass, Fanfic)

178. ¿Será Casualidad?

Anthony se acercó a la puerta. Me levanté despacio para no despertar a los chicos. Ellos estaban bien dormidos y no escucharon.

—¿Qué estará pasando?

—No sé —susurró Anthony—. Voy a ver.

—Te acompaño.

Él asintió con la cabeza y ambos salimos del cuarto. Fuimos al de las chicas, a lado del nuestro.

Anthony tocó a la puerta y rápidamente abrió mi prima Angie.

—¿Qué está pasando? —le preguntó.

—Nada —respondió mi prima—. Bueno, solo que vimos un ratón debajo de la cama. Pero ya lo sacamos.

—Pensamos que era algo más por el ruido y sus gritos —le dije y solté una pequeña carcajada.

—No, primo. Solo fue eso. El ruido que escuchaste fue mi zapato que golpeó el buró y tiró la lámpara. Pero no sé rompió.

Pau se acercó a nosotros.

—Hola Emi, ¿y Nath? —me preguntó.

—Él ya está durmiendo. Igual Yael.

—Hmm… iba hablarlo para que me ayude pero veo que ni cuenta se dio que grité —Pau desvió la mirada hacia arriba.

—Eso parece.

—Bueno, viendo que están bien les dejamos, nos iremos a dormir —dijo Anthony.

—Gracias por venir a ver, ya está todo controlado —le respondió Litzy y se acercó a darle un beso.

—Gracias, primo —me dijo Angie y le sonreí.

Anthony y yo nos regresamos al cuarto.

Me acosté nuevamente. Y me dormí.

A la mañana siguiente me despertó mi mamá al tocar la puerta.

—Hijo, ¿no vas a desayunar con tu prima antes de que se vayan?

—Voy mamá.

Estiré los brazos y los pies. Volteé a ver a los chicos y estaban bien dormidos. Pero me causó muchísima gracia la forma en la que estaban: Nath tenía abrazado a Yael, bien cómodo con un brazo cruzado por encima de él. Lo que no entendía era si él sabía a quién tenía a su lado. Pero no importaba. Era una escena perfecta para una fotografía, así Nath vería que es verdad cuando le cuente y luego no diga que son inventos míos. Pero no tenía forma de tomarla.

Me levanté de la cama lentamente para ir al baño pero Yael sintió el movimiento y despertó. Empezó a estirarse y en una de esas golpeó a Nath haciendo que también despierte. Él, al abrir los ojos vio a Yael y lo apartó enseguida, haciéndose rápidamente a un lado.

—¡¿Qué haces aquí?!

—¡Ah! Me asustaste —respondió Yael sorprendido.

Nath gruñó y se giró al otro lado. Se acomodó para seguir durmiendo.

Fui al baño. Un rato después mientras me lavaba los dientes Yael abrió la puerta.

—¡Oh! Lo siento, Emi —me dijo al verme.

—Tranquilo. Entra si vas usar el baño —le respondí mientras me cepillaba—. Yo ya voy a salir.

—Está bien —dió un bostezo y entró, algo somnoliento. Parecía un zombie con los ojos entrecerrados. Se acercó a la taza.

Seguía cepillandome y mirándome por el espejo cuando escuchaba que Yael apenas atinaba al hacer pipí.

—¡Hey! ¡Pero con puntería, estás dejando salir todo por fuera! —solté una pequeña carcajada.