Quatorze

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Es algún día de la semana y Louis no quiere pensar en eso porque se le están acabando las vacaciones de invierno y sabe que en algún momento tendrá que entrar a la universidad, y aunque en serio le gusta su carrera no quiere tener que lidiar con nadie que no sea Harry y un Niall telefónico con el cual se encuentra hablando justo en esos instantes.

Está sentado en la repostería de Harry, con una taza de café en la mesa y un plato que solía tener una bonita porción de pastel que le dio mucha pena comer porque lucía sinceramente preciosa.

Tiene una bufanda marrón alrededor del cuello y hace rato estaba leyendo su correo electrónico porque le ha llegado un mensaje de la universidad en donde le han comunicado el inicio de docencia, y sus nuevas materias y los utensilios que debe adquirir cuando inicien las clases que ya están pagos por la beca estudiantil.

Se ha mordido la boca casi con incomodidad y es una suerte que Niall le haya llamado en esos instantes para distraerlo de la miserable noticia de que sus vacaciones han terminado.

—Y además de tu regreso a clases, ¿qué más hay de nuevo?— Le pregunta Niall.

Y Louis se ríe porque en su tono de voz escucha sus verdaderas intenciones.

—Eres un chismoso— Baja la voz de repente. —Lo que quieres saber es si Harry y yo estamos juntos.

—Bueno, es obvio que es lo que quiero. Hace una semana que has pasado tu celo con él y no me has dicho absolutamente nada de ustedes fuera del ámbito sexual. ¿O es que ahora solo van a tener sexo?

Louis bufa y se acomoda la bufanda en el cuello.

—No somos esa clase de personas, para tu información.

Niall suelta una risita.

—Louis, a ti te gusta follar.

—Baja la voz, por el amor al cielo.

—¿Y por qué si estoy en casa y estamos hablando por teléfono?

Se le escapa una sonrisa al omega y se pasa la mano por la nariz levemente enrojecida por el frío.

Se remueve en el asiento y luego de menear la cabeza ligeramente y de enviarle una mirada disimulada a Harry, quien está detrás del mostrador con el cabello realmente rizado y los tatuajes al aire porque lleva una camiseta de mangas cortas debajo de su delantal aún cuando hace un frío de muerte, y también sonríe mientras agradece a los clientes por su compra y se mueve de aquí para allá y por todos lados que Louis lo siente hasta en su propia cabeza; suspira.

—Estamos saliendo— Suelta de repente.

Niall jadea.

—¿Qué?

—Oficialmente Harry y yo somos una pareja no formal y probablemente tóxica que deseo y ruego que no acabe como ha terminado con... Bueno, ya sabes.

No lo mira, pero Louis está casi seguro de que Niall tiene el ceño fruncido y no está muy contento con todo lo que le ha dicho, y puede que en lo más profundo él tampoco le guste como suena eso, pero su temor al abandono y la muerte segura son un poco más fuertes que cualquier otra cosa.

—Louis.

—¿Si?

Se aclara la garganta y le da un trago a su café porque ya se está enfriando.

—¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?

—Yo... Estoy bien con cualquier cosa que suceda.

Quizás no tiene nada que ver, pero es lo que dice y escucha a Niall suspirar a través de la línea y no se habla más de ello.

—¿Sabes? Josh y yo estamos planeando tener un cachorro.

—¿En serio?

—Sí, aunque Josh todavía no está seguro de sí ahora es el momento adecuado o de si realmente llegará a suceder porque, ya sabes, apenas nos hemos comprometido y un cachorro lleva muchas responsabilidades y todo el asunto de que quizás no pueda tenerlo. Es una posibilidad, y no hemos descartado la idea, por supuesto, pero la hemos dejado en una posibilidad muy bonita.

Louis sonríe ampliamente, tan contento por Niall que ni siquiera contiene el aroma que desprende, pero de repente las curvas se le caen lentamente y se muerde la esquina del interior de la mejilla y piensa en voz alta:

—Ojalá pudiera tener un cachorro.

Es solo un murmullo, algo para sí mismo y cierra los ojos porque sabe que ha salido de sus labios y que ya no hay vuelta atrás. Niall suspira por milésima vez a través de la línea.

—Eres un omega fértil, puedes tenerlo.

—No puedo, sin una mordida lo perdería.

—No pienses en eso ahora, Louis, no necesitas un cachorro en estos tiempos. Es decir, aún estás en la universidad ¿recuerdas? Vas a ser médico en el mejor de los casos, y vas a estar bien.

Y Louis quiere creerle, de hecho lo hace, pero ya es un poco tarde porque se ha sentido pésimo y el olor que le sale de los poros le llega a Harry, quien de inmediato está a su lado y le ha colado una mano por la piel de la nuca, un poco más en la esquina, justo en donde está su fuente de aroma y le presiona ligeramente justo ahí provocando que Louis jadee y le tiemble la mano.

Le quita el móvil y se lo coloca en la oreja.

—¿Aló? Niall, ¿cierto? Si, es Harry, es un placer conocerte. Escucha, solo quería decirte que por favor no alteres a Louis, porque es muy sensible, ya debes saber eso, y cuando se pone triste huele demasiado a plantas marchitas y no es el aroma más agradable para un omega tan bonito, ¿entiendes?— Hace una pausa mientras Niall le contesta. —Ajá, bueno. Él te llamará cuando lo calme un poco, ¿bien? Bien. Adiós.

Y cuelga, y Louis se ríe en voz alta casi perezoso porque de seguro Niall se volverá loco y hablarán de esto lo que queda de la semana o quizás del mes, pero no importa tanto eso porque ahora Harry le llena la boca de pequeños, diminutos besos que le cortan la risa y lo dejan bobo.

Alza ligeramente el mentón cuando Harry le hunde un poco más los dedos en aquel lugar y le mira los labios antes de devolverle todos y cada uno de los besos.

—¿Qué está mal? —Le pregunta en un murmullo.

Louis niega y le echa el brazo por los hombros acercándose un poco más a él y lo besa, con la boca abierta y quizás le da un toquecito a su lengua y Harry tararea y a Louis le late el corazón en el pecho, en los oídos, o quizás ni es el suyo, pero es lo de menos. Y se apartan para respirar pero entonces Harry se da cuenta de que hay una fila creciente delante del mostrador con gente que espera ser atendida.

—Vete, panadero o esa señora se pasará por el mostrador y se atenderá a ella misma— Le dice, en broma.

Harry se ríe.

—Tenme más respeto, soy repostero.

Y quizás eso no le ayuda en nada, pero Louis está realmente contento cuando lo ve ponerse de pie.

—¿Te gustaría cenar conmigo hoy?— El alfa pregunta de pronto.

Louis sonríe un poco más.

—Sí. Claro que sí.

—Bien. ¿Te quedas a esperarme? Cerraré temprano.

—En realidad debo ir a imprimir mi horario de clases y hacer un par de diligencias.

—De acuerdo. Entonces nos vemos a las siete, ¿si?— Louis asiente. —Ven para que te lleves una magdalena para el camino, cortesía de la casa.

Louis respira con una ligera sonrisa contenta y se pone de pie siguiéndolo. Puede que escuche como alguien de la fila se queja cuando Harry le pasa una orden a él antes que a todos, pero no le da mente a eso, después de todo son una pareja, se supone que debe tener beneficios extra.

Se despide con un beso y le limpia el mentón cuando se da cuenta de que tiene un poco de harina, y vuelca los ojos pensando en que él siempre está lleno de aquel polvo blanco para hornear.

Sale del local y se pregunta lo que quizás ha estado queriendo evitar.

¿Cuánto tiempo aquel alfa le soportará?

Bite ✦ omegaverse [ls] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora