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Vingt-cinq

Cuando regresan a casa de Niall, ambos betas están muertos de la risa, pero no porque se encuentran en un estado de embriaguez porque Niall definitivamente no puede beber, sino porque que han estado tonteando durante todo el camino sin importar que Louis y Harry hayan estado en el asiento trasero del coche, aunque no tiene demasiada relevancia porque ese par ha estado muy ocupado el la boca del otro y diciéndose cosas entre susurro que solo sus almas escuchan.

Se les hace un poco difícil a todos subir las escaleras cuando quieren hacerlo de dos en dos y Niall y Louis se ríen a carcajadas sin ningún motivo en especial. Es posible que a alguno de los dos se le salten unas cuantas lágrimas y que el otro se sofoque porque la risa le tranca un poco los pulmones y debe detenerse a respirar.

—Nosotros nos vamos a la habitación— Dice Niall con esa risilla mientras señala a Harry y a Louis. —No vayan a volverse locos ustedes, eh.

Y hace esto de menear las cejas de la manera más cómica posible y Harry suelta una pequeña risa mientras que la de Louis suena exhausta, pero viva. Quizás echarle alcohol a su jugo de frutas no haya sido la mejor de las opciones, pero tampoco es que esté completamente ebrio.

Los betas se despiden de ellos. Niall le lanza un beso a Louis que lo atrapa y lo guarda en su corazón de la forma más ridícula posible y es hasta encantador, y es posible que Harry piensa que la amistad que ellos dos llevan es ejemplar y maravillosa.

Por supuesto eso es algo a lo que Louis es ajeno y le agarra la mano para llevarlo a la habitación en donde se han estado quedando los últimos días.

Harry cierra la puerta después de haberle dejado cruzar primero y Louis bosteza cubriéndose la boca con la mano aunque es un intento vano porque se le llegan a ver hasta los órganos por la garganta y termina tiene los ojos llorosos. El alfa se le acerca con una pequeña sonrisa y de alguna manera ambos quedan en frente de la cama.

—Estoy exhausto— Balbucea Louis por el bostezo anterior. —Podría dormir un siglo.

—Eso es porque has bailado demasiado en la fiesta.

—Sí, no sé en qué estaba pensando. De seguro parecía un gusano retorciéndome.

Harry se ríe negando y de pronto le pone las manos en la chaqueta del traje, empezando a empujar hacia atrás.

—Lo has hecho muy bien en realidad.

—Tú solo lo dices porque te gusto.

—Si— Sonríe. —Pero también porque es verdad.

Louis pone los ojos en blanco y cuando la chaqueta abandona su cuerpo termina por apoyar la frente en el hombro del alfa, quien encuentra un espacio entre ambos para empezar a quitarle el nudo de la corbata y resulta un poco difícil porque tiene el mentón hacia abajo y no se lo permite, pero mueve la cabeza y eventualmente Harry consigue desanudar la tela y dejarla en alguna parte junto a la chaqueta, baja los dedos hacia los botones de la camisa para empezar a deshacerse de ellos.

Louis piensa que él también quiere ayudarlo a desvestirse, pero se siente tan pesado que cuando intenta alzar los brazos no llega ni a sentirlos y termina por sostenerse a las caderas de Harry.

Desea colgarse a su cuello, pero esto también funciona.

Siente como le deja un beso en la coronilla y el aroma que desprende le llega a las fosas nasales y entonces respira y ahora que siente que sus cinco sentidos están flojos bien puede ser el momento indicado para por fin sacar todo lo que le come la cabeza, o el corazón, o el cuerpo completo en realidad. Termina mordisqueando sus labios y Harry le pasa la camisa por los hombros hasta quitarla.