I M Not Dead - sooshu

Secretos Con Las Estrellas

Shuhua entro con cuidado al departamento, las horas en el hospital pasaron volando y antes que se diera cuenta ya estaba anocheciendo.

El lugar estaba oscuro como si nadie estuviera ahí, como si Soojin no estuviera.

Shuhua empezó a recorrer el departamento en busca de su compañera pero por cada habitación que pasaba se encontraba con lo mismo.

Nada.

Shuhua no creia que Soojin estuviera fuera de casa, ¿Para dónde iría sin ella? Tampoco es como si le pudiera mandar un mensaje avisándole que saldría, pero aún así una nota no estaría mal.

Sin darse cuenta, empezó a tener pánico. No le gustaba la soledad que había cuando no estaba con Soojin, le recordaba a la soledad que tenía cuando estaba "viva".

Incluso en el hospital sentía que debía estar junto a Soojin y aunque intento ir contra sus impulsos, no pudo negarse a la tentación de pasar más tiempo con ella.

Shuhua recorrió el departamento por segunda vez encontrando los mismos resultados. Luego recordó.

La azotea.

Shuhua de inmediato fue ahí, no sabía cómo, pero apenas pensó en eso apareció ahí.

Cosas de fantasmas

Shuhua recorrió con su mirada la azotea, era lamentable la vista de un lugar tan gris y seco.

Casi se ponía a lamentar su vida pero todo pensamiento desapareció apenas vio los mechones rojos en la otra punta de la azotea.

Con cuidado se acercó al cuerpo tranquilo de Soojin, se veía tan tranquila que Shuhua lamentaba tener que interrumpir eso. Pero una parte de ella quería la atención de Soojin. Hubo muchas cosas que pensar hoy y ella quería saber que pensaba Soojin.

Ella solo quería saber de Soojin, razonó.

— hey...

— ya volviste — Soojin siguió mirando las estrellas — llegue pensar que te quedarías allí — río — ¿Muchas cosas que procesar?

—Demasiadas — tomo asiento junto a ella — ¿No te da miedo?

— ¿Que cosa?

— caer — dijo mirando los autos que pasaban debajo de ellas, en las calles — creo que si no estuviera muerta, me hubiera dado un infarto al ganarme en la orilla de un edificio.

— No lo estás — respondió Soojin tosca — No digas que estás muerta, porque no lo estas.

— Soojin... Se de lo que hablo, es cuestión de tiempo.

— me encanta tu positividad —dijo sarcástica.

Hubo un silencio cómodo, la charla no estaba terminada pero no hacía falta palabras por el momento. Cada una disfrutaba la comodidad indescriptible que tenían con la otra. Ninguna sabía la razón, pero no les importaba si podían seguir sintiéndose así.