I M Not Dead - sooshu

Los Amigos, Son Amigos.

Nota importante al final, porfavor, leerla.



Soojin estuvo apunto de morir demasiadas veces.

Cada vez, era una razón diferente.

Ella siempre pensó que era por los cuidados que tuvo, o la falta de ellos en este caso.

Hoy, nuevamente, estuvo a punto de morir.

Pero al parecer el "destino" como decía Minnie, no lo quería hací. Ella agradecía que el destino no la quisiera muerta, tenía que hacer un par de cosas antes de ese episodio final en su vida.

Como por ejemplo, evitar que desconecten a Shuhua.

Desde el momento en el que salió del hospital estuvo pensando en que hacer, las opciones eran tan limitadas que terminó en un bar de mala muerte bebiendo un whisky barato. Soojin nunca bebía, pero el estrés y desesperación acumulada la orillo a medidas desesperadas.

Soyeon, siendo la gran amiga que siempre fue, la fue a buscar al bar cuando el cantinero llamo a su contacto de emergencia. Estuvo todo el viaje recibiendo regaños sobre cómo no podía arruinar su vida después de tener que luchar tanto para tener una vida decente.

Ya era media noche y Soyeon se había ido hace unos treinta minutos, Se suponía que la había dejado en su cama durmiendo pero Soojin necesitaba aire.

Lo que la llevó a su situación actual, estar en la punta de la azotea.

Podía ver claramente las luces bajo sus pies, los autos pasar y los letreros con luces led.

Sería tan fácil caer, nunca más tendría que hacerse cargo algo o alguien, a menos que quede con su alma en pena como Shuhua, pero las posibilidades eran tan bajas. ¿Cuánto demoraría en caer? ¿Lograría pensar algo antes de que sus ojos se cerraran por última vez hasta caer en la oscuridad maxima?

¿Alguien lloraría por ella?

La única que lo podría hacer sería Soyeon.

Su querida líder de aventuras Soyeon.

Se podría decir, en grandes palabras, que Soyeon era la persona que más se había preocupado por ella. Quizá incluso la única.

Soyeon fue, todo para Soojin. Ella la conoce desde que nació, prácticamente Soyeon fue su hermana mayor.

Incluso antes de que Soojin cumpliera un año, ya tenía a Soyeon con ella, la chica era cuatro años mayor que ella y aún así con sus cortos cuatro años empezo a proteger a Soojin de quién intentará dañarla.

Ella recuerda que cuando tenía catorce, Soyeon se metió en una pelea por defenderla, eso le costó un castigo. Pero aún así se vio orgullosa al saber que el chico tuvo un castigo peor.

Asique, definitivamente, Soyeon lloraría por ella. Una parte de ella incluso bromeaba con que Soyeon seria capaz de mandar a revivirla solo para castigarla y regañarla por morir. Por dejarla sola.

Quizá por eso, Soojin no se atrevía a saltar. Tenía miedo de que Soyeon quedará sola, y de que vendría después.

Aparte, Soojin cumplía sus promesas, y ella se prometió salvar a Shuhua.

—no te podria fallar —susurro apesar de que no había nadie — no puedo fallarte, incluso si me alejaste, no podría.

—lo siento.

—¡Mierda! — Sorprendida, volteó a ver a la intrusa, ¿Cuando había llegado? Le gustaría poder ponerle una campanita que le avisará cuando está cerca.