Sonrisa

23 9 0
                                    

Esta es la carta que me envió:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Esta es la carta que me envió:

He pasado tres días extraños: el mar, la playa, los caminos me fueron trayendo recuerdos de otros tiempos. No solo imágenes: también voces, gritos y largos silencios de otros días. Es curioso, pero vivir consiste en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estas preparando recuerdos minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza.

El mar está ahí, permanente y rabioso. Mi llanto de entonces, inútil; también inútiles mis esperas en la playa solitaria, mirando tenazmente al mar. ¿Has adivinado y pintado este recuerdo mío o has pintado el recuerdo de muchos seres como tú y yo?

Pero ahora tu figura se interpone: estás entre el mar y yo. Mis ojos encuentran tus ojos. Estás quieto y un poco desconsolado, me miras como pidiendo ayuda.

SeungMin.”

¡Cuánto lo comprendía y qué maravillosos sentimientos crecieron en mí con esta carta!

Hasta el hecho de tutearme de pronto me dio una certeza de que Kim era mío, y solamente mío: "estás entre el mar y yo"; allí no existía otro, estábamos solos nosotros dos, como lo intuí desde el momento en que él miró la escena de la ventana.

En verdad ¿cómo podía no tutearme si nos conocíamos desde siempre, desde mil años atrás?

Si cuando él se detuvo frente a mi cuadro y miró aquella pequeña escena sin oír ni ver la multitud que nos rodeaba, ya era como si nos hubiésemos tuteado y en seguida supe cómo era y quién era, cómo yo lo necesitaba y cómo, también, yo le era necesario.

¡Ah, y sin embargo te maté!

¡Y he sido yo quien te ha matado, yo, que veía como a través de un muro de vidrio, sin poder tocarlo, tu rostro mudo y ansioso!

¡Yo, tan estúpido, tan ciego, tan egoísta, tan cruel!

Basta de efusiones.

Dije que relataría esta historia en forma escueta y así lo haré.

Amaba desesperadamente a Kim y no obstante la palabra amor no se había pronunciado entre nosotros.

Esperé con ansiedad su retorno de la estancia para decírsela.

Pero él no volvía.

A medida que fueron pasando los días, creció en mí una especie de locura.

Le escribí una segunda carta que simplemente decía: "¡Te quiero, SeungMin, te quiero, te quiero!"

A los dos días recibí, por fin, una respuesta que decía estas únicas palabras:

"Tengo miedo de hacerte mucho mal."

Le contesté en el mismo instante:

Hair Band /HyunMinWhere stories live. Discover now