Amante

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—¡Qué hechos, tormentosos y crueles! —grité, luego de que terminamos de tener sexo, quería saber qué había pasado

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—¡Qué hechos, tormentosos y crueles! —grité, luego de que terminamos de tener sexo, quería saber qué había pasado.

Pero, extrañamente, no pareció oírme: también él había caído en una especie de sopor al oír mi pregunta, también él parecía estar solo.

Pasó un largo tiempo, quizá media hora.

Después sentí que acariciaba mi cara, como lo había hecho en otros momentos parecidos.

Yo no podía hablar.

Como con mi madre cuando chico, puse la cabeza sobre su regazo y así quedamos un tiempo quietos, sin transcurso, hecho de infancia y de muerte: ¡Qué lástima que debajo hubiera hechos inexplicables y sospechosos!

¡Cómo deseaba equivocarme, cómo ansiaba que Kim no fuera más que ese momento!

Pero era imposible: mientras oía los latidos de su corazón junto a mis oídos y mientras su mano acariciaba mis cabellos, sombríos pensamientos se movían en la oscuridad de mi cabeza, como en un sótano pantanoso; esperaban el momento de salir, chapoteando, gruñendo sordamente en el barro.

Pasaron cosas muy raras.

Cuando llegamos a la casa encontramos a Seungyoon muy agitado; trataba de disimularlo, pero era evidente que algo pasaba.

Soojin se había ido y en el comedor todo estaba dispuesto para la comida, aunque era claro que nos habíamos retardado mucho, pues apenas llegamos se notó un acelerado y eficaz movimiento de servicio.

Durante la comida casi no se habló. Vigilé las palabras y los gestos de Seungyoon porque intuí que echarían luz sobre muchas cosas que se me estaban ocurriendo y sobre otras ideas que estaban por reforzarse.

También vigilé la cara de Kim; era impenetrable.

Para disminuir la tensión, Kim dijo que estaba leyendo una novela de Sartre. De evidente mal humor, Seungyoon comentó.

—Novelas en esta época. Que las escriban, vaya y pase... ¡pero que las lean!

Nos quedamos en silencio y Seungyoon no hizo ningún esfuerzo por atenuar los efectos de esa frase.

Concluí que tenía algo contra Kim.

Pero como antes que saliéramos para el lago no había nada de particular, inferí que ese algo contra Kim había nacido durante nuestra larga conversación; era muy difícil admitir que no fuera a causa de esa conversación o, mejor dicho, a causa del largo tiempo que habíamos permanecido allá.

Mi conclusión fue: Seungyoon está celoso y eso prueba que entre él y Kim hay algo más que una simple relación de amistad y de parentesco.

Desde luego, no era necesario que Kim sintiese amor por él; por el contrario: era más fácil que Seungyoon se irritase al ver que SeungMin daba importancia a otras personas.

Hair Band /HyunMinWhere stories live. Discover now