Elegida para la eternidad

Capítulo XXII: FINALE

Acompáñame en la muerte. Somos tan jóvenes y nuestras vidas recién comienzan. Escapémonos de estos mundos.

¿Morirás esta noche por amor? ¿Te reunirías conmigo en la muerte?

William Bathory

(William)

Su rostro estaba bajo el agua, al igual que el resto de su cuerpo, con los labios dibujados a la perfección. La coloración azul era un poco preocupante, esos ojos hermosos en forma de hojas, se encontraban sumergidos bajo el agua atascados dentro del auto.

A mi cuerpo no le interesaba la temperatura del agua ya que estábamos en sincronía.

El auto de Laura estaba destrozado por el golpe de las rocas, arranqué la puerta de un jalón. Ella estaba sumergida bajo el agua y era lo más hermoso que había visto. Laura ahora era simplemente los vestigios de una humana, la tomé por las muñecas y sentí las débiles pulsaciones de una vida, pero no lo estaría por mucho tiempo. La acuné una vez más y la estreché entre mi pecho y me fui hacia la superficie con ella.

La niebla cubría cualquier atisbo de vida, menos el de ella. La sujeté delicadamente y la saqué fuera del agua llevándola a la orilla entre mis brazos, como a veces lo hacía cuando ella era una niña.

Había sangre sobre su frente, jamás la había visto tan vulnerable como ahora ni como cuando era pequeña.

Su pulso era débil, mis labios tocaron su cuello frio le di un beso antes de sentir mis colmillos desgarrándole el cuello, el baño de su sangre sobre mis labios era exquisito; era caliente, embriagador. Quería más de ella, me detuve con dificultad, si continuaba era probable que la dejaría sin ninguna gota de sangre.

Cundo terminé de alimentarme, la deje sobre la orilla, solo había bebido poco de ella, no quería asesinarla, estaba a punto de morir y en cualquier momento su corazón dejaría de latir.

Alcé la muñeca derecha y la corte con una de mis uñas filosas. La sangre goteaba empapando toda mi mano. La cogí de la cabeza mojada, le abrí la boca con suavidad y unas débiles gotas tiñeron sus labios, hasta que entraron dentro de ella.

Le besé la frente y regresé dentro del agua con ella, esperaba su retorno y sucedería en cualquier momento. Pronto reviviría como una Bathory, pronto sería mi reina y el mundo se sumergiría en una nueva era de sombras .

El agua se tiñó de sangre a sus alrededores, la profecía se estaba cumpliendo, pero jamás mencionaba la parte donde la alimentaba con mi sangre mientras que las aguas se tornaban rojizas. Recordaba un párrafo de lo que alguna vez me habían comentado las sirvientas de la mansión en la colina Halloway

Diario de E.B.

Fragmento de la última página.

Las aguas se teñirán de sangre dando la bienvenida al futuro del nuevo maldito de la oscuridad. El siguiente Bathory será premiado con la gobernanza única del inframundo y la supremacía vampírica

Mis vástagos tenían un vestido adecuado para Laura, a la hora de su renacimiento y para dar la bienvenida hacia su nueva vida junto a la mía. Un color gris con pelos en el cuello y capucha era sus nuevos atuendos. Mi primera y última reina merecía lo mejor y más aún la persona que me había dado la inmortalidad.

Ambos escapamos de este mundo, estaríamos los dos acompañándonos en la muerte perpetua. Ella sería más fuerte que yo, pero aun no sabía qué clase de poder podría desarrollar, debíamos de entrenarla y adecuarla para su uso .