Capítulo 29. Uniéndose al ejercito

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"¡El asesino se fue en esa dirección, síganlo!" El jefe de guardias señaló a la guarnición que se había apresurado.

N/T: Guarnición: conjunto de soldados.

Los soldados de la guarnición están llenos y se dirigen a la dirección en la que su dedo indico. Los otros guardias de Fan Cheng miraron al líder, y alguien preguntó con voz temblorosa: "El joven maestro está muerto, ¿qué debemos hacer?"

Era uno de los guardaespaldas de Fan Cheng, pero no pudo protegerlo, la familia Fan ciertamente los responsabilizará, desde castigarlos torturándolos hasta la hasta la muerte.

"¿Quién mató al joven maestro?", Preguntó alguien.

"He luchado contra ese hombre, y él tiene una gran habilidad", el líder apretó los puños. "No soy su oponente".

"¿Era un ataque planeado contra el joven maestro? Maldición, ¿quién podría ser?"

¿Quién sabe? Fan Cheng ha hecho tantas cosas malas: como el hombre quería tomar su vida, obviamente lo había odiado durante mucho tiempo. Las niñas que habían sido arruinadas por Fan Cheng también tenían padres y hermanos, por lo que podría haber sido alguien que quería vengarse por sus queridos, o algo más. El hombre está muerto y el asesino está atrapado, todo está claro.

"La señorita He..." Alguien finalmente recordó a He Yan.

"Está muerta."

El río es tan profundo y tan frío que una mujer con tan poca fuerza como ella se cae en él, no tiene posibilidad de sobrevivir. Aun así no es algo de importancia. Si He Yan estuviera viva, la familia Fan probablemente no dejaría este asunto así, y se encargaría de liberar su ira contra toda la familia He. Es mejor la muerta de un He y no todos ellos. Con la señorita He muerta, el asunto con la familia He termina aquí.

"Aun si estuviera viva, morirá", dijo el líder, "es mejor morir ahora".

En una palabra, el final de He Yan estaba condenado.

El sonido de las herraduras era fuerte en las profundidades de la calle, y la gente en la ciudad entró en pánico

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El sonido de las herraduras era fuerte en las profundidades de la calle, y la gente en la ciudad entró en pánico.

Algunos adolescentes en Tsing Yi caminaron a través del templo en ruinas donde vivían los mendigos y arrojaron la ropa vieja y húmeda al pozo desierto.

Se ha cambiado de ropa durante la fuga, la túnica de primavera se usa por dentro y la ropa vieja por fuera. El pañuelo no tiene que ser usado, ya que es llamativo. Tocó la pared cubierta de cenizas y se dio unas palmaditas en la cara, untándose el polvo negro. La cara que era demasiado pura y blanca inmediatamente se volvió negra, como... Un niño que generalmente trabaja fuera de casa.

Aun así sigue siendo un joven apuesto.

He Yan hacia adelante con calma y detrás en la ciudad, los guardas buscaban entre las personas. A pesar de su apariencia, ella no estaba tan relajada como parecía.

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