008: SeokMin

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Hyejin entró corriendo a sala de urgencias. Buscaba con desesperación a los amigos de su novio, quienes la habían llamado minutos atrás.

Los chicos la habían contactado para avisarle que SeokMin había tenido una fuerte caída mientras practicaban pero que ahora estaba siendo atendido por médicos en la sala de urgencias.

Cuando por fin pudo verlos a lo lejos en una sala velozmente se acercó a ellos mientras que algunos notaban su llegada al hospital.

—¿Qué pasó con SeokMin?
—Preguntó agitada por correr en todos los pasillos.

Todos los miembros colocaron su mirada en Hyejin, algunos avergonzados y otros asustados. Quizás por la reacción que pudiera tener.

—Sufrió una caída mientras teníamos una práctica y safo su clavícula.
—respondió el más joven, asustado.

Los ojos de Hyejin se abrieron en sorpresa y preocupación. Eso era muy grave.

—Lo sentimos Noona... No lo pudimos cuidar bien como usted nos pidió, no se enojé con nosotros.
—agregó, MingYu.

Todos tenían rostros arrepentidos, preocupados, aquello blando su corazón. Eran unos chicos increíbles.

—No fue su culpa chicos, está bien, yo no estoy molesta con nadie. —sonrió para darles más confianza. —Ademas, fue un accidente y los accidentes pasan.

Hyejin sabía de antemano que todos los chicos amaban y cuidaban a Seokmin, de eso no había duda. Y esa hermandad, ese cariño de familia que se tenían, a pesar de no tener lazos de sangre, era totalmente admirable.

—Seokmin esta siendo atendido, llevan casi una hora allí dentro. —dijo SeungCheol dirigiéndose a Hyejin.

Ella asintió ante su información, acaricio su hombro y agradeció que compartieran con ella el estado de salud de Seokmin. Hyejin se sentó en las bancas invitando a los demás para que hicieran lo mismo.

—Gracias por avisarme.
—dijo, soltando un suspiro. —Espero que esté todo bien...

—Así será Hyejin, debemos pensar positivamente. —JeongHan la abrazo intentando consolarla. —Es más, no debe ser algo tan grave, se solucionará pronto.

Hyejin asintió lentamente, estaba convencido de que todo estaría bien. La pelinegra suspiró mirando a todos los miembros.

—Deberían ir a descansar.
—sugirió al ver en sus rostros el cansancio. —Se ven cansados, deben ser muchos días de trabajo... vayan a descansar, yo me quedaré aquí pendiente a cualquier cosa y les avisaré sobre el estado de salud de Seokmin.

Hyejin miró cada uno de los rostros que la rodeaban, los chicos asintieron y comenzaron a alejarse quedando solamente los tres mayores y tú en aquella sala de espera.

—Nosotros nos quedaremos contigo, por cualquier cosa que surja. —sonrió Joshua sentándose a su lado.

Hyejin acepto la compañía. No quería admitirlo pero estaba un poco  asustada, le preocupaba la gravedad en el accidente de su novio. No querías que nada malo le pasará así que ahora tendría que cuidarlo el doble.

La pelinegra observo todas las puertas que había en aquel pasillo. La mareaba el olor a hospital y le causaban escalofríos las personas que eran atendidas. Simplemente desvío su mirada y la concentró en su compañía. Conversaron sobre cualquier tema, para pasar el tiempo en lo que tenían noticias de Seokmin.

Las horas o quizás minutos pasaron rápidamente. En un abrir y cerrar de ojos el reloj marcaban las doce de la noche.

Un médico salió de la habitación donde se encontraba su pareja, los cuatro se pusieron de pie enseguida.

—Familiares de Lee SeokMin. —pronunció el doctor observando en sus manos unos papeles.

—Aquí, soy su pareja. —hyejin se acercó un poco mientras los chicos la esperaban desde atrás. —¿Cómo se encuentra él?

—Bien, él se encuentra mucho mejor. Por fortuna logramos reacomodar su clavícula así que por ahora está estable. —explicó el doctor. Hyejin suspiró aliviada.

—¿Puedo... podemos pasar a verlo? —cuestionó ella.

—Esta despierto y pregunta por una mujer llamada Hyejin ¿Es usted? —el médico la señaló, ella asintió un poco ruborizada. —Bien puede pasar, después los demás.

Sin más el médico se fue, Hyejin se apresuró a entrar a la habitación donde se encontraba Seokmin, esperando verla con una enorme sonrisa. 

—Hola. —dijo él al verla entrar con la emoción a flor de piel.

Hyejin solto una pequeña risa y se acercó hasta quedar a un lado de la cama.

—Hola ¿Cómo te sientes? —cuestionó la pelinegra con delicadeza.

—Bien. —respondió con una sonrisa. Siempre sonriendo.

—Me preocupe mucho por ti.
—admitió. —Pense que había sido algo mucho más grave y que hubo sangre.

El chico río alegre.

—Solo fue una fractura... No te preocupes tanto amorcito. —expresó amorosamente.

—Me alegra que este accidente no te haya cambiado la actitud. Creí que estarías asustado o algo por el estilo pero no, estás muy feliz como siempre. —dijo ella, un poco más tranquila.

—Si estaba asustado solo que cuando te vi entrar me puse muy feliz y olvide lo mucho que dolió. —sonrió enormemente.

Hyejin suspiró profundamente de admiración, su novio era la persona más dulce de la tierra.

—Prométeme que tendrás más cuidado desde ahora.

Él asintió.

—Lo prometo cariño.

Nuevamente Hyejin beso la mejilla de su pareja, esta vez dejando suaves besitos una y otra vez. SeokMin acaricio su mano con su dedo pulgar atrayendo la atención de la pelinegra. Se miraron a los ojos con una sonrisa pintada en sus rostros.

—Te amo Hyejin.

—También Te amo SeokMin.

Un silencio se apoderó de la habitación hasta que unas toses falsas los hicieron voltear.

—Nosotros también los amamos... Ahora dejen sus cursilerías. —dijo JeongHan, apareciendo. Se encontraba de pie en la puerta con SeungCheol y Joshua a sus costados.

SeokMin y Hyejin soltaron una carcajada. Sin duda tenía un novio y unos amigos muy locos pero, a pesar de todo así los amaba.

𝘼𝙏𝙏𝘼𝐂𝐂𝐀: 𝙎𝙀𝙑𝘌𝘕𝙏𝙀𝘌𝘕 𝘐𝘔𝘈𝙂𝙄𝘕𝘈𝘚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora