'El Camino al Destino'

Capítulo 6: Amargas y dulces lágrimas

(A veces, las declaraciones más hirientes pueden hacer que uno se dé cuenta y comprenda plenamente lo que uno tenía demasiado miedo o era demasiado terco para aceptar sobre su propia vida. No lo rechace. En cambio, sea lo suficientemente valiente como para analizarlo, y es posible que encuentre respuestas a las preguntas de su vida . - Pura potencia.

Varias nubes grandes, delineadas con el tinte azul de la luna, pasaron lentamente sobre Cloud Mountain. Sesshomaru estaba apoyado de espaldas contra el Árbol de las Nubes. Su pierna izquierda estaba estirada en el suelo y su derecha estaba medio doblada a la altura de la rodilla y el tacón de la bota se hundía en la hierba. Kikyo se sentó en el suelo junto a él a su derecha. Ella estaba apoyada contra su pecho y su mano izquierda había encontrado su casa en su rodilla levantada. Su cabeza descansaba cómodamente en el espacio entre su cuello y su hombro. Ella miró hacia el cielo que se extendía frente a ellos mientras Sesshoumaru miraba al cielo a su izquierda. El cielo nocturno brillaba con innumerables estrellas. Sintiendo que le faltaba algo, buscó detrás de ella para encontrar su mano que estaba en el suelo. Lo tomó con su mano derecha y lo colocó alrededor de su cintura, su palma se posó un poco sobre el lado izquierdo de su cintura. Sesshomaru la miró con desdén.

Kikyo podía sentir su cabeza girar mientras su barbilla adornaba la parte superior de su cabeza.

"Confort, ¿recuerdas?"

Ella se dio cuenta de que él no se molestaría en responder.

"No se supone que sea tan frío por la noche durante la temporada de primavera, ¿verdad? ¿Sabes por qué es así?"

Se sorprendió cuando Sesshoumaru respondió a eso. Quizás entablar conversación era su forma de distanciar sus pensamientos de las condiciones a las que estaba sometido su cuerpo. "La nieve en la cima de las montañas que nos rodean aún no se ha derretido. El frío desaparecerá en uno o dos días".

"Parece que conoces mucho demonio."

Sesshomaru volvió a mirarla. Lástima que no pudiera ver su rostro. ¿Se estaba burlando de él de nuevo? "Estas son mis tierras. ¿No es obvio que yo lo sabría?"

"Supongo que sí, pero no sabía que estas eran sus tierras". Hubo un breve período de silencio. "¿Cuánto tiempo llevas viniendo a este lugar con el árbol de las nubes?"

¿Árbol de nubes? Se había decidido por un nombre bastante obvio para el árbol, pensó. "Solo, desde ayer. El árbol no existía antes de anoche."

"¿Qué?" Kikyo no podía creer eso. "¿Estás sugiriendo que este árbol creció tanto en el lapso de un día? ¿Y no te parece extraño?" Kikyo se inclinó hacia adelante para girar la cabeza y mirarlo. Su palma se deslizó hasta su muslo desde la rodilla, el material de seda de sus hakamas suave al tacto.

"Este Sesshomaru no cuestiona la naturaleza. Sí, el árbol probablemente creció en un solo día o menos, pero no sentí ningún peligro, así que acepté que este árbol, por misteriosa que sea su apariencia, es solo eso, un árbol". Sesshomaru continuó mirando al vacío.

"¿Y tienes tanta fe en tu habilidad para sentir algo así?" Preguntó Kikyo, apoyando su cabeza contra él una vez más.

"Este Sesshomaru nació con esa habilidad. Está en mi sangre. Dime Miko, ¿tus poderes no te dan la habilidad de sentir tales cosas?"

A Kikyo no le importaba que la llamara Miko. "No soy consciente de tales cosas de forma natural, ya que tu sangre demoníaca te da el poder para hacerlo. Si concentro mis poderes, entonces sí puedo sentir tales cosas. A veces soy capaz de sentir naturalmente la presencia de auras demoníacas que son a poca distancia de mí. Pero no pude sentirte cuando me acerqué a este lugar anoche ".