Capítulo 12

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-¡Gigi!

Bernedice Doherty o Jean Granger, corrió por las calles de París a los brazos de su hermana pequeña, abrazándola fuertemente y luchando contra las lágrimas de emoción.

-Te he extrañado tanto-dijo Genevieve respondiendo el abrazo.
-Yo mucho mas
-¿Como está Nick?-preguntó sentándose en una de las sillas frente a la mesa del café en el que decidieron verse.
-Muy bien, ha comenzado a estudiar para ser dentista-sonrío.
-¿Dentista?
-Cuidan los dientes de la gente
-Suena horrible-hizo una mueca.
-Es muy interesante-se defendió-¿Que hay de ti?
-Estoy comprometida con Regulus Black, nos vamos a casar en agosto.
-El mas pequeño de los Black-dijo pensativa-¿Esa es la situación de la que querías hablarme? ¿Quieres que te ayude a escapar del compromiso?
-No no-se apresuró a negar-Mejor ordenemos, es una historia larga.

La tarde pasó así, discutiendo todos los detalles de aquella horrible noche que aún no podía olvidar. Bernie estaba tan enojada como Genevieve había anticipado y estaba ideando tantos planes como fuera posible pensar en su cabeza.

-¡Son solo niños! ¡No puedo creer que nuestros padres hagan esto! ¿Que dice Agatha?
-Tendrías que haberla visto-rodó los ojos-ella y Bellatrix miraban al Señor Oscuro como si fuera el amor de su vida.
-No me extraña, sé que las quieres pero ambas siempre han estado transtornadas.
-Regulus está convencido de seguir con esto, dice que es lo mejor-suspiró-pero yo no creo que sea así.
-Por supuesto que no Gigi, ¡terminarán muertos!-susurró tratando de no llamar la atención-vuelve conmigo a Londres-dijo decidida-Frank y yo te pondremos a salvo, podemos enviarte a Beauxbatons o incluso a Ilvermorny.
-No Bernie-negó-tengo que quedarme aquí, tengo obligaciones que cumplir.
-¡Casarte no es una obligación es una condena!
-Es lo que tengo que hacer-dijo decidida-y quiero a Regulus-susurró.
-¿Lo quieres?-preguntó confundida-¿que sientes por él?

La verdad era que Genevieve no sabía que sentía por Regulus pero si sabía que sus sentimientos ya no eran los mismo que en el verano anterior.

Regulus se había vuelto un buen amigo en este último tiempo y no podía evitar sentirse rara cuándo pensaba en los besos que habían compartido y en la forma en que la había llamado "amor" la mañana anterior.

Ella veía un buen futuro para ellos así que quería quedarse, talvez podría conservar a su familia al mismo tiempo que podría tener amor. Era lo único que quería, no perder a nadie.

Pero sabía que su hermana tenía razón, ese futuro no era seguro si servir al Señor Oscuro era parte de él. Sabía que gracias al sacrificio de Regulus ella no tendría que acatar ninguna órden peligrosa pero verlo sufrir a él sería igual de doloroso.

-Todavía no lo he decidido, esto es nuevo para mi Bernie-le contestó-toda la vida me han dicho que decir, que hacer, hacia dónde ir...¿cómo se supone que sepa lo que siento?
-Yo sé como te sientes, a mi me críaron igual que a tí Gigi-le recordó-sé que la idea de sentir algo viviendo esta clase de vida es aterrador pero más rápido definas lo que sientes más rápido aprenderás a lidiar con ello.
-No tengo prisa-se encogió de hombros-de todos modos me casaré con él.
-Avisame cuándo sea la boda ¿si?-le sonrío-Frank y yo usaremos un glamour y asistiremos
-No lo querría de otra manera-dijo feliz de saber que contaría con su hermana en ese día.
-Ahora, no vine a París solo para hablar de esto...hay algo que necesito decirte-dijo nerviosa.

Genevieve frunció el seño ante esa imagen, Bernedice jamás se ponía nerviosa por nada, era la persona mas segura que conocía. Claro que ella ya no era Bernedice, sino Jean Granger, pero ese era solo un título.

-Madre y padre no querían que te enteres de esto-comenzó-así que es muy importante que hagas lo que hagas, procedas con discreción. Ellos no pueden saber que lo sabes, nadie puede.
-Me estás asustando-la miró sintiendo el mismo nerviosismo.
-Cuándo Agatha y yo éramos unas niñas-comenzó a relatar-una noche, alguien tocó la puerta de casa, alguien que conocía a nuestros padres pero que nosotras jamás habíamos visto. Era una mujer de cabello rubio y ojos oscuros, se parecía a madre así que pensamos que era alguna tía o prima lejana pero no era así. Era tu madre biológica.

El mundo de Genevieve se detuvo un segundo y ella sintió su pecho comenzar a cerrarse, ella no podía ser adoptada, claro que no. Ella era una Doherty Delacour, lo había sido toda su vida.

-La mujer estaba alterada, dijo que no era seguro tenerte con ella, que un hombre, tu padre, te estaba buscando y te haría daño. Nuestros padres te tomaron y te criaron como suya, cambiaron tu nombre y te dieron una nueva vida. Nunca más supe algo de tu madre-terminó su historia.
-No es posible-negó-yo soy igual a madre.
-Ambas tienen cabello rubio pero eso no quiere decir nada-se encogió de hombros-Y los Doherty han tenido niños y niñas de cabello oscuro durante generaciones.
-No...no

Genevieve se levantó de su silla en aquel café y salió corriendo del lugar, escuchando los gritos de su hermana suplicándole que vuelva. Tenía tanto que procesar y no sabía como hacerlo.

Corrió hasta llegar a la mansión y entró tratando de ser silenciosa y no llamar la atención de nadie, subió las escaleras en busca de la única persona que quería ver.

Regulus estaba en su habitación, de pie junto a su cama, cuándo Genevieve irrumpió en el lugar con la respiración acelerada y lágrimas en sus ojos.

-Por favor abrazame-susurró.

Y corrió en su dirección, Regulus hizo lo que le pidió.

Ocean Eyes -Regulus Black-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora