Capítulo 24

24.1K 2.9K 1.9K
                                    

—¿Qué opinas del sexo homosexual?

Yoongi se atora con su café.

Después de obligar a Taehyung a ir a la biblioteca, el pelimenta pudo presenciar otra de las tantas actuaciones de su amigo. Lo vio llegar agitado, con el rostro descompuesto en una expresión tan culpable que, si no lo conociera bien, pensaría que estaba a nada de llorar.

Se acercó a donde estaba él, incómodamente de pie junto a una mujer con cara de pocos amigos y el amable señor Lee, y de inmediato se puso a hablar. No paraba de mover las manos y decir que estaba muy arrepentido. La mujer solo lo veía. No tenía aspecto de ser de las que se conmovieran fácilmente, e iba a decir algo —parecía aburrida—, hasta que Taehyung mencionó en su interminable disculpa a su madre soltera. Entonces su ceño fruncido se suavizó y lo dejó terminar.

Yoongi lo miraba escéptico, tratando de ocultar lo ridículo que era todo eso.

Al final, la mujer, que trabajaba en Administración, dejó pasar la situación, pero los hizo prometer que devolverían todos los libros a más tardar el viernes.

Por eso Yoongi está en el cuarto de Taehyung. Quiere asegurarse de que el chico efectivamente entregue los libros, y si para eso tiene que adentrarse en su basural, pues lo hará.

No esperaba que el pelinegro le hiciera una pregunta como esa, sin embargo.

—Ejem —carraspea, sentado a los pies de la cama—, no lo he pensado. ¿Por qué preguntas?

—Curiosidad —contesta con simpleza Taehyung. Está recostado sobre su cama, el gato en su regazo. Lee unas partituras.

Yoongi lo mira pensativo.

—Qué extraño tema sobre el que estar curioso.

—¿Vas a psicoanalizarme de nuevo?

—Claro. No sigo atrapado en esta amistad por nada.

—¡Ah, mi corazón! —Taehyung suelta sus papeles y lleva una mano a su pecho—. ¿Cuándo te volviste tan malo, Yoongles?

—Tienes cinco años —dice Yoongi, pero sonríe un poco—. Ahora dime.

—¿Qué cosa? ¿Si sueño con habitaciones oscuras y la sensación de alguien mirándome?

—No, idiota, de dónde viene tu curiosidad en el sexo gay.

—¡De ti, Yoongles! —exclama el pelinegro. El gato se mueve a un lado y él toma la oportunidad para acercarse a su amigo—. He estado ocultando este sentimiento dur-

Poniendo una mano en su frente y empujándolo hacia atrás, Yoongi rueda los ojos.

—Qué pesadilla que eres —espeta. Taehyung se echa a reír—. ¿Te gusta un tipo?

—Oh, claro que sí... Y se llama Min Yoo-

—Sí te gusta un tipo.

Taehyung deja de reír, enarca una ceja y vuelve a tomar sus partituras.

—No —responde—. ¿Cuánto tiempo dijiste que llevabas estudiando Psicología?

—Si sabes que puedes decirme si te gusta un tipo, ¿verdad? —comenta de repente Yoongi, como si tuviera la necesidad de aclarar aquello—. No te voy a juzgar.

—Qué bueno saber que no eres homofóbico.

Yoongi se ríe bajito. —No me refería a eso —aclara—, sino a que te guste alguien. Una persona de verdad. No te voy a juzgar por tener un corazón.

—Debes mejorar tus habilidades deductivas, Yoongles.

—Mmm, el otro día mencionaste que te interesaba alguien mayor.

LA FILOSOFÍA DEL DESEO © vkookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora