Capítulo 40

21.3K 2.9K 3.4K
                                    

[Boda pt. 3¿]


ㅤㅤEL SALÓN de eventos se llena de gente. Ya no solo hay familiares, sino también viejos amigos de Nahyun y Hoseok, colegas y otras personas con las que se cruzaron alguna vez pero que por algún motivo decidieron invitar a su boda. Todos ya están sentados, esperando impacientes a que aparezcan los novios.

Jungkook y Taehyung se sientan en la primera fila, donde Nahyun ha etiquetado dos sillas con sus nombres, ligeramente distanciados de Jeon padre y una mujer que definitivamente es la señora Jeon, que están de pie en el altar junto a los que parecen ser los padres de Hoseok. Sungyong observa brevemente a su hijo con el ceño fruncido mientras su esposa le da una mirada curiosa a Taehyung. Ninguno de los dos les presta demasiada atención, sin embargo, demasiado ocupados susurrando entre ellos. De todas formas, los Jeon rápidamente se distraen cuando aparece la abuela Nara vociferando en contra de un niño sentado filas atrás.

De repente, una puerta se abre y todos se quedan en silencio. 

—Ahí vienen... —murmura Jungkook, girando su cuello hacia desde donde emerge su hermana del brazo de Hoseok, viéndose radiantes, felices, enamorados. Una sonrisa auténtica plasmada en su rostro. Caminan por el camino demarcado entre las sillas, que están decoradas con fundas blancas y flores púrpuras. Al final del trayecto, y entre los padres de los novios, un hombre de lentes de pasta gruesa espera para hacerles firmar el documento que oficialice el matrimonio.

—Le gusta —dice Taehyung de la nada.

—¿Qué cosa?

—Esto. —El pelinegro le da un vistazo al enorme salón de eventos, a las personas, las flores, la pareja que en ese instante se acerca al altar; y a las pupilas dilatadas de Jeon—. La ceremonia, los detalles —comenta—. Lo cursi.

Jungkook agita suavemente la cabeza, sin despegar la vista de su hermana. —No me gusta tanto la ceremonia como sí la pareja que hacen Nahyun y Hoseok. Son el uno para el otro.

—Es un romántico.

—Desgraciadamente.

Taehyung alza las cejas. —No me lo esperaba.

Jungkook le da una mirada fugaz.

—Tú no lo eres —dice con obviedad. El más joven hace una mueca.

—Como dijo una gran persona alguna vez, la gente suele decir que no puede vivir sin amor, pero el oxígeno es más importante —sostiene, aunque suena incorrecto en tales circunstancias.

Nahyun y Hoseok llegan al altar y, sin soltarse de las manos en ningún instante, se posicionan frente al hombre que oficiará el matrimonio. Todos los ojos están puestos en ellos, pero ellos solo tienen ojos para el otro. El hombre de lentes coge un micrófono.  

—Ya va a empezar...

—Le brillan los ojos.

—Sí. —Jungkook escucha con atención cada palabra que dice el hombre, y solo cuando este deja de hablar se gira hacia Taehyung—. A diferencia de a ti, aún me emocionan tradiciones humanas tan sobrevaloradas como la unión en matrimonio.

Pero al pelinegro no pueden importarle menos lo que sea que esté leyendo aquel sujeto, todo su interés puesto en la persona a su lado. —¿Quiere casarse alguna vez? —inquiere en un murmullo.

—No es legal.

—¿Y si lo fuera?

—No es para mí —contesta Jungkook, y si dice algo más se pierde en el eco de los votos matrimoniales de la pareja que en ese preciso instante se jura amor eterno.


LA FILOSOFÍA DEL DESEO © vkookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora