Parte 1: Preludio 1. De la noche al amanecer

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Lloviznaba en la saliente. Las piedras de las montañas eran empapadas por las gotas que caían del basto cielo; las nubes de colores grisáceos lo adornaban, el ambiente se sentía lúgubre y algo desanimado por sus colores apagados.

Se escuchaba el pisar de las cuatro patas de una joven dragona de escamas violetas y placas de un tono más claro, la cual hizo acto de presencia; caminando por un senderó que estaba a la izquierda de la saliente, llevando un ramo de flores azules en sus fauces, miró el cielo dejando escapar humo de sus fosas nasales.

Después bajo el hocico para ver una única lápida en el medio de la cornisa, sintiendo como el agua empapaba sus alas de cartílagos con una tonalidad de púrpura más claro; entre gemidos adoloridos se acercó a la tumba, dejando oscurecer de medio lado los tres paredes de cuernos blancos: estos estaban en su cabeza.

Inclinando el cuerpo hacia adelante. La dragona violeta dejó las flores en el pequeño jarrón empedrado delante de la piedra, donde se leía: "Aquí yace Cylis " a pesar de la lluvia, se notaba como sus ojos de iris azulada estaban empapados por las ganas de llorar, acomodando las flores en la vasija con la zarpa delantera izquierda, desolada hizo oscurecer su hocico como de serpiente, al bajar la vista conforme decía:

—Te extraño... Mucho... —gimiendo suavemente se alejó y estiró la pata delantera para tocar el gravado de la tumba, suspirando deprimida se miró los cinco dedos y las garras blancas que tenía en cada uno, tomando un poco de aire para tranquilizarse continuó—: Espero... Que donde estés, sea un lugar mejor, a pesar que ya no estás aquí conmigo madre. Sé que ha pasado un día desde que ocurrió, pero aún no lo he superado. No sé qué hacer sin ti...

De pronto. La dragona violeta empezó a llorar, mientras que escuchaba un trueno que la hizo temblar; seguido levantó el entre cejo al ser oscurecida por una misteriosa sombra que pasó sobre ella, dejando el llanto se puso de pie nuevamente, notando como delante de ella aterrizaba un joven dragón de escamas blancas: cuerpo robusto y hocico fornido, el mismo moviendo los cartílagos amarillos por fuera de sus alas aterrizó sobre la saliente. Después denotó el suelo empedrado con un tic nervioso, a la vez que miraba el vasto paisaje; mientras que sus ojos de iris celeste destellaban, el cielo poco a poco empezó a despejarse, resaltando los colores cafés que tenía la montaña.

El dragón blanco al ver que había parado de llover, sin sentir la presencia de la joven hembra, se puso sobre sus zarpas traseras y alzó la cola: esta llevaba una espiga en forma de flecha, la misma era color amarillento y estaba en su punta. El macho irritado extendió la pata delantera para buscar algo en la mochila de cuero. Un destello de las nubes grises deslumbró la hebilla de cobre que poseía, al quitarse el bolso del costado y dejarlo en el piso; saco de ella un papel enrollado, el cual extendió revelado un mapa de diferentes islas y ubicaciones en el reino.

—Han. ¿Dónde estoy ahora? Mm.... Veamos islas más islas, mm... me fui de las islas desbastadas, pero en vez de ir a la izquierda al pueblo de los abedules, decidí ir al norte para ver que más había, entonces. Puedo estar perdido. —El dragón parpadeó tragando un poco de saliva nervioso, dando unos pasos hacia el filo de la saliente, bajo el atlas y le echó un vistazo al paisaje montañoso, las escamas blancas hocico fueron iluminadas de forma dispareja por el cálido sol— ¿qué hago ahora? ¿Alguien vivirá en estas islas?

La joven dragona violeta se puso atenta, mientras que apreciaba como el manto de nubes pasaba de colores grises; a un blanco como la nieve recién caída, a la vez que se disipaban revelando el hermoso cielo azulado, miro como el dragón blanco movía el hocico a la izquierda con suavidad, el mismo colocó una suave sonrisa de dientes afilados como navajas: los cuales eran de gama blanca. Este de forma leve dejaba escapar humo amarillento de sus fosas nasales; al sentir como sus escamas se calentaban por los cálidos rayos de sol, los cuales deslumbraron el lugar de forma suave.

Skylanders: Una promesa para conocernos. Acto 1Where stories live. Discover now