Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

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Yayoi estaba viendo atentamente como Mori curaba las heridas de Emiko.

-¿Fue muy malo?- le preguntó.

-No.- dijo Mori.- Estará bien.

Yayoi suspiró y luego miró a Emiko.

-No puedo creer... no, sí puedo creer lo estúpida que eres. No vuelvas a hacer eso, maldición.

Mori se puso de pie y salió rápidamente de la habitación. Conocía a Yayoi y no quería estar presente cuando ella está molesta.

-No podía ignorar lo que ella dijo y ya.- dijo Emiko.

-Sí podías. Yo lo ignoré, tú debiste hacer lo mismo.

-No.- dijo Emiko mirando a Yayoi con el ceño fruncido, tratando de parecer emojada.- Ella dijo que nadie te quería y eso es mentira.

-Por supuesto que es mentira. Sé que mi familia y amigos me quieren, sé que sus palabras no tienen importancia.

-Pero ella dijo...

-Sí, lo dijo. Pero sabemos que es mentira y eso es lo único que importa. No tenías que pegarle y...

-¡Estaba enojada!- dijo Emiko.- Porque ella dijo eso, porque dijo eso de ti. Y porque no es justo, simplemente no puede decir eso.

Emiko movía molesta sus pies que colgaban desde la camilla en la que estaba sentada.

-Yo te quiero, y ella tenía que saberlo.- dijo en voz baja.- Para que no volviera a decir algo tan cruel y grosero.

Yayoi suspiró y se sentó junto a Emiko.

-¿Estás bien?

-Mori-san ya dijo que...

-Emocionalmente.- explicó Yayoi.- ¿Emocionalmente estás bien?

-Estoy molesta.- dijo Emiko.- Por lo que pasó, y porque parece que a ti no te importa lo que ella dijo.

-Porque era mentira.

Emiko la miró molesta, pero Yayoi sólo rió al ver su cara.

-¿Qué es divertido?- le preguntó Emiko.

-Nada.- dijo Yayoi, pero recordó la expresión de Emiko y volvió a reír.

-Yayoi, basta, dime que es divertido, también quiero reírme.

Yayoi dejó de reír después de un rato y se bajó de la camilla.

-Vamos, es hora de irnos.

-¿Dónde? Le dijiste a Satoko que no volveríamos.

-Es verdad, entonces... ¿quieres ir por un helado?

Emiko sonrió y bajó de la camilla de un salto.

-¡Sí, vamos!

(•••)

Masaki caminaba por las calles que él conocía de memoria. Hace mucho que no iba a los barrios bajos de Yokohama, pero no podía olvidar el lugar.

Caminó hacía el escondite de sus compañeros y se detuvo cuando escuchó que ellos estaban ahí. Se acercó un poco solo para poder oír mejor.

-No puedes simplemente decidir qué pasará ahora. Tú no eres el líder.- dijo uno de los chicos.

-No lo soy, pero yo me estoy preocupando por ustedes más que el líder. A él sólo le importa Masaki.- dijo otro chico, el de las fotografías.

-No me importa Masaki mas de lo que me importan ustedes.- dijo el líder.- Solamente les propongo que ignoremos todo y continuemos como antes.