Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

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-¿Quieres que yo vaya a la fiesta?- preguntó Emiko.

-Conmigo...

-Oh.

-¿No quieres?- preguntó Yayoi nerviosa.

-No es eso. Pero... ¿por qué yo?

-¿Por qué no?

-Porque soy molesta... tú lo has dicho.

-Sí, pero...- Yayoi apartó la mirada.- hoy fuiste valiente. Supongo que es mi forma de agradecerte.

-Creí que el helado era para eso.

-Solo di que sí irás conmigo.- dijo Yayoi y luego suspiró cuando alguien vino a entregarles sus helados.

-Bueno... tengo que preguntarle a mis padres y...

-Ellos también pueden ir.

-¡¿De verdad?!- preguntó Emiko emocionada.

-Sí.- contestó Yayoi.- ¿Crees que así te den permiso?

-Bueno... les preguntaré... Nosotros seguimos la tradición y pasamos juntos ese día.

-Estarán juntos.

-Pero será una forma diferente de celebrar.

-No vayas entonces.- dijo Yayoi cruzándose de brazos.

-¿Q-qué? Pero me acabas de invitar y...

-No estás obligada a ir, no vayas si no quieres.

-¡Pero sí quiero ir!

-Bien, entonces deja de decir todas esas cosas, me haces sentir mal.

-Lo siento...- dijo Emiko agachando la mirada.

-No importa. Solo... hablaré con tus padres.

-¿Sobre la fiesta?

-Obviamente, ¿de qué más?

-Nada.- dijo Emiko y luego sonrió, confundiendo a Yayoi.

-Bueno... entonces come tu helado.

(•••)

Theodore estaba acostado boca abajo en el suelo de la sala, mirando a Natsume, quien estaba olfateando su plato de comida.

-Por favor, Natsume, come algo.

El gato comenzó a soltar maullidos y después se acercó a Theodore para acostarse junto a él.

-No, Natsume, debes comer.

El gato soltó más maullidos.

-¡No te puedo entender!

-Está triste porque no ha visto a Masaki.- dijo Thomas apareciendo en la sala y acostándose en el suelo también.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque yo también estoy triste.- dijo y después abrazó a Theodore.- Nunca había deseado tanto estar lejos de casa.

-Bueno... supongo que nos acostumbramos tanto a Yokohama que ahora también es nuestro hogar.

-Claro que es nuestro hogar.- dijo Thomas triste.- No es justo que estemos aquí.

-Este también es nuestro hogar.

-No se siente como uno. Sólo estamos tú, yo y Natsume. Papá y mamá casi no están en casa y este lugar es demasiado grande. En Yokohama nunca estábamos así de solos.

-Thomas, entiendo lo que dices, pero... también considera que estás seguro aquí y...

-¡No quiero estar aquí!