Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

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Fumiya tocó el timbre con su mano temblorosa.

Hacía frío, pero temblaba porque estaba nervioso.

Estaba frente a la casa de Yuki, dispuesto a pedir disculpas. Era navidad, ambos estaban en Yokohama con sus familias y Fumiya sentía que era el momento perfecto para disculparse.

La puerta se abrió y vió a Oda, quien le sonrió.

-Hola, Fumiya. Feliz navidad.

-Feliz Navidad, Oda-san.

-¿Quieres pasar?

-Oh, no, estoy bien. Solo... necesito hablar con Yuki.

-Oh, ya veo. Bueno... él está en su habitación, ¿quieres pasar? ¿O prefieres que le llame?

-Ah... creo que preferiría si él saliera un momento.

Oda le sonrió de nuevo.

-Está bien, le llamaré, espera un momento.

Oda volvió a entrar a la casa y Fumiya se quedó afuera tratando de calmar sus nervios.

Sabía que había dicho cosas hirientes, se arrepentía de todo eso, pero también estaba muy avergonzado y asustado.

-Tal vez debería irme y mandarle una carta...

Fumiya comenzó a considerar la opción de huir. Pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa, la puerta se volvió a abrir y Fumiya sintió como si dejara de respirar al ver a Yuki frente a él.

Ambos estaban en silencio.

-¿Seguro que no quieres pasar?- le preguntó Yuki.- Hace mucho frío y... estás temblando.

Fumiya sólo sonrió para sí mismo. Ambos sabían por qué Fumiya estaba temblando, pero Yuki fue tan amable de no...

-¿Por qué estás tan nervioso?- preguntó Yuki.

Fumiya sintió ganas de empujarlo. Eso lo habría hecho sentir mejor y tal vez no estaría tan nervioso.

-Hay algo importante de lo que quiero hablarte.- le dijo Fumiya.

-¿Tan importante para venir a mi casa en un día tan frío y decidir quedarte afuera?

-Sí.- contestó Fumiya de inmediato.

-Entonces entra y hablaremos.

Fumiya lo pensó un momento y finalmente aceptó.

Ambos entraron a la casa y se dirigieron a la habitación de Yuki. Fumiya juraría que podría haber caminado él solo a la habitación con los ojos cerrados. Conocía esa casa tan bien como su propia casa.

Ambos entraron y Fumiya se sentó en la cama, como siempre lo hacía, aunque se puso de pie de inmediato.

-L-lo siento...

-Está bien,- dijo Yuki.- siéntete cómodo.

-Lo siento, esto es difícil... Estoy tan acostumbrado a esto y...

-Fumiya, ¿no venías a decirme algo?

-¿Eh?- Fumiya estaba tan concentrado viendo la habitación y tratando de pensar en qué decir, que no escuchó la pregunta de Yuki.

-Algo importante... ibas a decirme algo importante.

-Ah... s-sí...

-¿Y qué es?

Fumiya miró a Yuki, luego al piso, luego a Yuki y después sus manos.

-Yuki...

-¿Sí?