Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

43

-Entonces... ¿Mamá y papá no se llevan bien con el padre de Alexei?- preguntó Satoko.

-Ni un poco. Papá lo odia demasiado, y mamá... bueno, supongo que también lo odia. Satoko, ¿cómo te hiciste amiga de él?

-Fue en la fiesta de fin de año. Él es agradable, no creo que... bueno, no creo que sea igual a su padre. Y nuestros padres no pueden odiarlo por ser un Dostoyevski, ¿verdad?

-No lo sé. Pero si papá se entera...

-No se va a enterar.

-Por supuesto que se va a enterar, él lo sabe todo.

-Pues no, eso no es verdad. No sabía que él y yo somos amigos, a pesar de que ya ha pasado casi un año desde eso.

Masaki no contestó. No tenía una buena respuesta para eso

-Pero,- continuó Satoko.- necesito un favor.

-¿Mío?

-Obviamente.

-No.- contestó Masaki cruzándose de brazos.- No voy a guardar tu secreto. Es tu problema.

-No quiero que ellos se molesten con Alexei. Simplemente... no tiene culpa por lo que sea que su padre haya hecho.

-Puede que no. Pero si mamá y papá preguntan tendré que decirles la verdad.

-No seas malo, ayúdame.

-No.

-Yo no conté tu secreto.

-¿Cuál secreto?- preguntó Masaki.

-Sobre tu relación con Thomas.

-Eso ya no importa, todo el mundo lo sabe.

Satoko hizo un puchero.

-Por favor, él ya viene. Necesito que mamá y papá lo conozcan antes de juzgarlo por su familia. Por eso quiero que no digas nada.

-¿Cómo que él ya viene? ¿Te refieres a que ya viene a Japón?

-A nuestra casa, para ser específicos...

-Satoko, ¿cómo se te ocurre? Ni siquiera pediste permiso, ni...

-Nadie me escuchó. Yo dije que él vendría, y nadie se quejó.

-Eso no es lo mismo que pedir permiso. Dios, no puede ser, es tu fin.

-No si me ayudas.

-No quiero.

-Por favor.

-No.

-Somos hermanos.

-Lamentablemente.

-Te ayudaré a ver a Thomas.

-Ya tengo todo planeado para eso. Piensa en otra cosa.

-Haré tu tarea.

-La tarea no me importa.

-Te cubriré en el trabajo.

-Me gusta trabajar.

-No ahora que Thomas se fue.

Masaki lo pensó un momento y se dio cuenta de que su hermana tenía razón. Al principio trabajaba ahí para no tener que ver a Thomas, y después siguió trabajando ahí porque él lo visitaba. Pero ahora...

-¿Durante cuánto tiempo me cubrirás?

-Hasta nuestro cumpleaños.

Masaki sonrió.