Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

27

-Buenos días, pequeño Natsume.- dijo Thomas.- No, espera, no pongas tu pata en mi ojo... auch.

El chico tomó al gato con sus manos y lentamente lo quitó de encima de su cara. Entonces se sentó y puso al pequeño animal en su regazo.

-Vaya forma de despertarme...- el gato empezó a restregarse en el regazo del chico.- ¿Tienes hambre?

El gato respondió con un maullido.

-Oh, bien, veré que darte de comer. Pero tu dueño es Masaki, él debería alimentarte. Aunque... él sería algo así como tu padre. Entonces yo...- Thomas se sonrojó y sonrió.

Alguien tocó a su puerta varias veces.

-¡Thomas!- gritó Satoko.- Tenemos que ir a clases, ya es tarde.

-¿Y-ya es tarde?

-Muy tarde. Te esperamos para desayunar, baja cuando estés vestido.

Thomas se levantó rápidamente y comenzó a cambiarse, mientras el gato soltaba varios maullidos.

-Sí, sí, lo sé, espera un momento pequeño Natsume.

El gato seguía con sus maullidos, y después alguien tocó fuertemente a su puerta.

-¡Thomas!- dijo Masaki.- ¿Por qué está mi gato en tu habitación?

-No lo sé.- contestó Thomas mientras subía su pantalón e inmediatamente se quitaba la parte superior de su pijama.- Ya estaba aquí cuando desperté.

-¡Déjalo salir! Está desesperado.- dijo abriendo la puerta sin permiso.- Es mi... oh.

-¡Ah!- gritó Thomas tapándose rápidamente con su camisa.

-Yo...- dijo Masaki apartando la mirada.- lo siento... debí haber tocado y...

-N-no importa, solo... sal, y llévate a Natsume.

-Bien...

Masaki cerró la puerta de la habitación después de que el gato salió.

Thomas soltó un suspiro y se dejó caer en su cama.

-Masaki... eso fue vergonzoso...

(•••)

Atsushi y Akutagawa estaban preparando el desayuno juntos. Takashi estaba sentado terminando una tarea que tenía que entregar llegando a clases. Y Yayoi...

-¿Dónde está Yayoi?- preguntó Atsushi al notar el lugar vacío de su hija.

-Probablemente sigue durmiendo.- dijo Akutagawa.- Déjala dormir, tuvo un día difícil ayer...

-Ryu, ella no se perdería un día de clases, ni aunque estuviera al borde de la muerte.

-Cierto. Entonces la llamaré para desayunar.

-Iré yo.- dijo Atsushi.

El albino se dirigió a la habitación de su hija, al llegar tocó la puerta y obtuvo una respuesta de inmediato.

-¿Ya estás lista para ir a clases?- preguntó Atsushi abriendo la puerta y entrando a la habitación, pero encontró a Yayoi con la misma ropa del día anterior, sentada en el piso y mirando fijamente el bote de basura.- Yayoi... ¿estás bien?

-No.

-Entonces... ¿irás a clases?

-Sí.

-Pero, te sientes mal, ¿cierto?

-Sí.

-¿Te sientes enferma?

-No.

-¿Cansada?