Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukoku

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Los chicos iban saliendo de la librería, ninguno de los libros les había convencido de ser regalado a Fumiya.

-¿Deberíamos comprarle dulces?- preguntó Takashi.

-Suena bien, hay unos dulces...

Justo cuando estaban fueran de la librería, alguien chocó con Theodore y ambos cayeron al suelo.

-¡Quítate del camino!- dijo Yayoi mientras Emiko rápidamente la ayudaba a ponerse de pie.

-¿Yayoi? ¿Por qué tanta prisa?- preguntó Takashi.

Natsume seguía soltando muchos maullidos para llamar la atención de todos. Estaba parado esperando a que alguien lo siguiera.

-¿Ese no es Natsume?- preguntó Theodore.

-Sí, y creo que Masaki está en problemas.- dijo Yayoi.

-Thomas estaba con él...- dijo Takashi.

Natsume comenzó a correr de nuevo y ahora los cuatro lo siguieron.

(•••)

Chuuya estaba sentado con los brazos cruzados.

No había nadie en la casa, Dazai aún no llegaba y ahora no contestaba las llamadas.

-¿Dónde está todo el mundo?

Se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro molesto.

Intentó llamar a Masaki, pero no contestó. Incluso llamó a Thomas, ya que se supone que debían estar juntos, pero tampoco contestaba.

Llamó a Theodore, quien al parecer tenía cosas importantes que hacer, y no contestó.

Llamó a Takashi y Yayoi, pero tampoco contestaron.

Incluso llamó a Atsushi y a Akutagawa, pero ninguna de sus llamadas fue contestada.

Chuuya suspiró molesto.

Así que se puso de pie, dispuesto a salir a buscar a alguien. Caminó hacia la puerta, tomó un abrigo y abrió la puerta.

Chuuya vió el momento exacto en que un auto negro se detuvo frente a su casa y bajaban dos personas.

-¡Chuuya-san!- gritó una mujer emocionada mientras corría hacia él.

-¡Alcott-chan!- dijo Chuuya abrazando a la mujer.- Estoy muy feliz de verte.

-Chuuya-san, ya le dije que no me diga "chan", ya no soy una jovencita.

-Pero siempre te verás tan joven, no puedo evitarlo.

Scott se acercó a ellos y saludó a Chuuya.

-Creí que me llamarían en cuanto llegaran al país.

-Bueno, queríamos que fuera una sorpresa.- dijo Scott.- Ya sabes, queríamos sorprender a nuestros hijos.

Chuuya sonrió nervioso.

-Ah, sí...

-¿Dónde están ellos?- preguntó Alcott.- ¿Dónde está todo el mundo?

-Ah... Theodore y Thomas están de compras, junto con mis hijos. Fueron a comprar un regalo para Fumiya.

-Que lindos.- dijo la mujer conmovida.

-¿Y Dazai?- preguntó Scott.

-Trabajando.- mintió Chuuya.

Ambos miraron a Chuuya. Sabían que mentía, pero prefirieron no decir nada.

-Bueno, entonces entremos.- dijo Alcott.