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-¿S-se fue?- preguntó Fumiya asustado.- Mamá se fue...

-No te preocupes.- le dijo Dazai.- Trataré de convencerlo para que vuelva a casa.

-Pero...

-Tú diviértete con Akechi-kun.

Dazai colgó y Fumiya suspiró molesto.

-Tu mamá se fue de casa, ¿cierto?- preguntó Akechi.

-Sí. No. Bueno, no estoy seguro. Mis padres acostumbran tener pequeñas peleas como éstas.

-¿Tú estás bien?

-Sí, solo... me molesta.- Fumiya se puso de pie.- Creo que debería llamar a mamá. Tengo que irme.

Akechi se puso de pie también, pero se quedó quieto.

-¿Te acompaño?

-¿A dónde?- preguntó Fumiya.

-Ah...- Akechi se dio cuenta de que Fumiya no hablaba de ir exactamente a un lugar.- A donde quieras.

-N-no, pero gracias.

Fumiya comenzó a irse.

-¡Fumiya!- dijo Akechi llamando su atención.

-¿Sí?

-Tú...- dudo un poco, pero siguió hablando.- Este será uno de los mejores días de tu vida.

Fumiya no entendió de que hablaba, así que sólo sonrió y finalmente se fue.

(•••)

Masaki había entrado rápidamente a los vestidores cuando su padre entró al café. Pero al llegar se encontró con una compañera del trabajo.

-Buen día Masaki-kun. Es hermoso ¿no lo crees?

-Así era...

-¿Estás listo para trabajar? Demos lo mejor de nosotros.

-Sí... pero... estás en el vestidor de hombres

La chica miró a su alrededor y notó que no era el vestidor al que siempre iba.

-Oh, ya veo... eso tiene sentido... Iré al de chicas.

-Claro.

-Nos vemos después.- dijo la chica mientras salía.

Masaki finalmente estaba a solas. Miró su celular y vio que ya casi era su hora de salida, así que decidió irse de una vez.

Se cambió, salió del café, y se dirigió al mismo lugar de siempre. Los barrios bajos de Yokohama.

Ese era su pasatiempo últimamente. Pasaba gran parte del día peleando con los chicos que buscaban aprovecharse de la gente que lamentablemente vivía ahí.

Masaki no se sentía un héroe, pero tampoco creía que lo que hacía era malo.

Al llegar, se encontró con una pequeña pandilla que era lo más parecido que Masaki tenía a amigos. Se juntaban en el centro del lugar, en una pequeña casa que anteriormente había estado abandonada.

-Hoy llegas pronto.- dijo un chico de cabello negro un poco largo. Lo llevaba peinado hacia atrás, pero Masaki creía que eso lo hacía ver como un adulto calvo.- ¿Peleaste con tu familia o te echaron finalmente?

-Solo salí temprano del trabajo.

-Trabajo.- se burló otro chico. Este era rubio y tenía una cicatriz debajo de su ojo.- Tú ni siquiera deberías trabajar. Algún día igual terminarás aquí.

Regalame Flores (2 parte) [Omegaverse] Soukoku / Shin soukokuWo Geschichten leben. Entdecke jetzt