DOCE

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Hoseok seguía temblando mientras estaba en casa de Jin, quien estaba sacando falsos papeles para que pudiera comenzar una vida fuera de Corea. Ahora estaba cortando su cabello en el baño para tomarse fotos y que estas seas puestas en el pasaporte y otros papeles importantes con sus datos cambiados y nombres falsos.

Su nariz le dolía pero el sangrado se había detenido y el golpe no había causado ningún daño que requiera una visita al médico. Cuando acaba de pasar la máquina de cabello se mete a la ducha y se saca el cabello cortado que se quedó en su cuerpo.

Cuando sale del baño Jin le mira con tristeza. –Toma rápido las fotos, Namjoon se va preocupar porque no estoy respondiendo sus llamadas. Y peor aun cuando llegue a casa y se dé cuenta que el celular está allí y yo no.

-Solo espera un poco. Párate allí- Hoseok le hace caso y Jin con una cámara profesional le saca algunas fotos. –Cámbiate de abrigo- Hoseok lo hace unas tres veces para que parezcan fotos tomadas en distintos tiempos. Jin toma las fotos necesarias y luego regresa al sótano para editar las fotos y cambiarles el fondo e ingresarlas en sus papeles importantes. –El dinero está en el libro muy bien escondido, si te lo revisan por cualquier cosa va a ser imposible que lo vean, solo actúa con normalidad.

-Es lo único que voy a llevar. Te devuelvo el celular que no utilicé una sola vez.

-No me puedo creer que te vaya a dejar de ver y llamar. Solo te pido que nunca olvides mi número telefónico para que alguna vez me llames.

-No lo olvidaré. Cuando crea que es conveniente te llamaré. Gracias por esto Jin- Hoseok le sonríe y se sienta a lado de Jin para ver lo que está haciendo.

(...)

Hoseok tenía en su mano sus papeles, el pasaporte con su corte actual y nombres actuales. Se puso la ropa que Jin le prestó, un saco de capucha blanco y una pantaloneta negra. El boleto de avión ya había sido comprado y justo ahora estaba saliendo de la casa de Jin cubierto con un barbijo y la capucha de su saco.

Había sido demasiado triste despedirse de su amigo y el no despedirse de Kook y Tae. Les había dejado una última mala impresión y Jimin también estaba allí. Estaba dejando todo por su maldito padre y el hombre que quería tenerlo, y Hoseok sabía que si él llegara a tenerlo no le iría nada bien. Un prostíbulo gay le estaría esperando luego de ser utilizado por él.

Hoseok toma un taxi calles más adelante para ir hacia el aeropuerto. Sus manos tiemblan y siente su corazón latir con fuerza cada vez que recuerda todo lo que está dejando en Seúl. Tiene en su mano el libro que contiene el dinero y en la otra un bolsito con sus nuevos papeles. Cuando llega paga con su mano temblorosa y sale del auto con sus piernas en el mismo estado.

Respira y se dirige directamente hacia revisión. Pasa por los filtros y cuando los policías le dejan ir sin ningún problema se dirige hacia las bancas de espera. En unos minutos su vuelo saldría y le diría adiós a todo lo bueno que tenía allí.

Revisa su boleto que va hacia Noruega y cuando anuncian que es hora de abordar Hoseok se levanta y va hacia la puerta que le va a llevar al avión. Le entrega el boleto a la chica para que lo revise y ella con una sonrisa le desea un buen viaje.

Estaba sudando por los nervios porque pensó que algo iba a salir mal y que le iban a detener y llevarlo a la cárcel. Pero Jin supo hacer un trabajo increíble como siempre y ahora estaba viendo por la ventana del avión la pista moverse porque luego de un tiempo era momento de volar.

Sin importarle mucho empezó a llorar en silencio porque le dolía el pecho. Dejar una vez más a las personas que amaba era realmente destrozador. Primero su madre y hermana, ahora sus amigos y su pareja. Realmente no quiso irse, pero el que Namjoon haya contactado a su padre le dio el último empujón para aceptar que estaba mejor lejos de su país.

Tendría una vida desde cero y trataría de olvidar a aquellas personas que le hicieron felices. Ya no había nada que le fuera a recordar lo que vivió allí. Cuando llegara a Noruega se encargaría de deshacerse de los dos collares que compró por el cumpleaños de Namjoon.

Aunque sabía que no lo haría, porque esos collares representaban que alguien llegó a amarle de manera real e incondicional, tal vez guardaría aquellos accesorios para mantener un lindo recuerdo de lo que un día fue amor. Después de todo, eso era lo único que conservaría de su vida en Seúl.

Fue quedándose dormido a pesar de que no quería hacerlo. Pero estaba muy cansado mentalmente y para ello no había mejor cura que el descanso. Sería un largo viaje para empezar con su nueva vida. Y ese era el plan desde un principio cuando logró huir de su casa. Llegar a un lugar seguro y encontrar un trabajo para reunir dinero suficiente e irse del país junto a Jin.

Todo estaba yendo bien, les mandaba dinero a su hermana y mamá y guardaba el resto para él. Todo estaba bien hasta que Namjoon apareció en su vida. Al principio le tuvo miedo pero estaba agradecido porque le salvó la vida. Luego él comenzó a frecuentar el lugar más seguido y luego ya estaban teniendo citas y conociéndose más. El punto que definió en comienzo de su relación fue cuando se enfermó y Namjoon le llevó al doctor.

Aquel día ambos se enteraron que era del pequeño porcentaje de hombres que podían embarazarse. Desde ese momento Namjoon supo que era el más que indicado, si antes quería que fuera su pareja, luego de saber que podrían tener un hijo le hizo declararse. Como Hoseok estaba muy enamorado de él aceptó, pero nueve meses fue lo que duró la negación de Hoseok de irse a vivir juntos. Fue tarde cuando supo que su plan de irse del país ya no tuvo importancia. Jin supo entenderlo y le apoyó, pero siempre le tuvo en mente que su padre no dejaría de buscarlo.

Y ahora estaba durmiendo en un avión rumbo a un país muy distinto a lo que estaba acostumbrado. Realmente era lamentable el ver que Hoseok tuvo que renunciar a su felicidad por un tipo que solo trajo maldición a su vida desde que nació su hermana y él. Su madre era un ángel de luz que su padre fue aplastando hasta convertirla en un ser depresivo lleno de oscuridad y rencores.

Cuando tuvo trece supo que debía liberar de esas cadenas a las mujeres de su vida. Se suponía que los tres iban a escapar pero Hoseok tuvo que sacrificarse para que su padre no fuera tras ellas. Fue ese día en el que su padre casi acaba con su vida si no fuera por su amigo que quería acostarse con Hoseok. Él quería tenerlo porque estaba obsesionado con aquel pequeño y no lograría hacer ello si su amigo terminaba matándolo.

Tuvo tiempo hasta recuperarse y gracias a ello el tipo no pudo hacer nada con Hoseok. Su padre seguía endeudándose por las apuestas y sus vicios sin importarle que terminara muerto por no saldar sus cuentas. Fue cuando ya estuvo bien como para caminar que decidió huir de nuevo, pensó que su padre no estaría en casa pero estuvo equivocado. Allí fue cuando comenzó la verdadera pesadilla.

Un pequeño recuerdo de ti [NAMSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora