TRECE

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Tiempo atrás

Hoseok estaba acostado en su cama ya casi recuperado de la paliza que su padre le dio por haber dejado que su hermana y madre huyeran. Pero estaba feliz de que ellas ya estuvieran lejos del psicópata de su padre. Y tenía pensado en huir por la tarde porque en ese horario jamás se encontraba en casa y era una gran oportunidad.

No pensaba en llevarse nada, pero cuando llegó la hora y ya estaba en la sala escuchó a dos hombres en la puerta. Se escondió tras el sillón por el susto y se quedó allí sin hacer nada de ruido mientras su padre y el hombre que impidió que lo matara bebían en aquella sala mientras conversaban. A Hoseok se le heló la sangre cuando el hombre que le salvó le mencionó.

-Hoseok ya está muy grande. ¿Qué piensas hacer con él?

-No sé. Si hubiese sido mujer le hubiese dado a un prostíbulo. Pero es un mocoso y a nadie le atrae eso.

-No te creas, hay muchos hombres que les gustan los chicos. Y Hoseok siendo tan lindo y tierno ganaría a muchos de ellos.

-¿Crees que si le doy a uno de esos lugares lo aceptarán?

-Sin dudarlo. Hay un horario especial para cuando hombres quieren a un chico joven como Hoseok. Yo podría encargarme de ello y darte una gran cantidad de dinero- Hoseok está más que asustado en ese lugar. Y Hoseok pensaba que Hangwi era bueno con él desde hace tiempo porque le caía bien. Ahora tenía en claro que le estaba cuidando para llevarlo con él.

-Creo que lo haré. Necesito dinero, pero si hay hombres que quieren ello debes darme una buena suma de dinero.

-No te preocupes, yo te doy diez millones y tu hijo es completamente mío- Wooseok miró a su amigo con sorpresa y casi se atranca con su propia saliva. -Si quieres mañana puedo darte el dinero y cuando el niño esté completamente curado me lo llevo.

-Por mí está bien. Odio al mocoso y solo quería matarlo. Pero veo que puedo darle mejor uso. Hoseok es todo tuyo.

-Quiero verlo y saludarlo- Hoseok sintió el mundo sobre él.

-Ve a su cuarto. Está allí- Hoseok escucha al hombre pararse y subir las gradas hacia su habitación. Y sabe que está muerto cuando en un grito escucha que no está en su habitación. Su padre se levanta y maldice.

-No pudo haber salido. Estaba todo el tiempo en la acera hasta que llegaste tú. Solo hay una puerta, debe estar escondido o algo.

-Empecemos a buscarlo- escucha un rebullicio en el segundo piso de los dos hombres y sin pensarlo mucho sale corriendo hacia la puerta y al salir del lugar escucha el grito de su padre llamándolo. Cuando regresa a mirar ve a los dos hombres corriendo detrás de él y con las lágrimas saliendo sin control da su última energía que no es suficiente para huir de ellos.

-Maldito mocoso- siente el jalón de sus cabellos y ser apresado por brazos fuertes. Le tapan la boca para que no grite y aunque luche eso no impide que le lleven de regreso a su jaula. –Por poco y pierdo todo ese dinero.

Hoseok llora aún más cuando se cierra la puerta detrás suyo y siente el primer golpe de su padre que le deja soñado y viendo borroso. -¡No lo golpees más! Quiero llevarlo lo antes posible y si está golpeado no puedo.

-Solo llévatelo a tu casa y allí le curas, necesito desahogarme- esta vez le patea y un quejido sale de la boca del menor.

-No lo hagas o no te daré los diez millones- el padre de Hoseok mira a su amigo serio y maldiciendo se aleja del menor y va hacia la nevera.

-Quiero los diez millones para mañana y podrás llevarte al chico cuando quieras.

-Mañana vendré a dejarte el dinero. No quiero verle con ningún moretón nuevo porque esto se cancela.

-Lo que quieras- Hangwi mira a Hoseok en el piso aun temblando y sin importarle mucho que se retorciera le marcó para llevarlo al cuarto y acostarlo allí.

-Solo unos días más, Hoseok y podrás ser mío- el menor se estremeció y empezó a llorar porque no quería irse con ese tipo. Abusaría de él las veces que quisiera hasta que se aburriera y en el mejor de los casos terminara matándolo.

El adulto salió luego de dejarle una caricia en su mejilla morada y Hoseok supo que apenas tuviera oportunidad debería escapar y evitar que Hangwi se lo llevara. Pensó que él era bueno porque se veía preocupado, pero solo era porque se lo quería follar. Ahora solo le tenía mucho asco y odio.

(...)

Y así como quedaron, Hangwi fue a dejarle el dinero a su padre al día siguiente por la noche. Fue asqueroso tenerlo en su cuarto mientras le acariciaba las piernas y sus brazos. No pudo evitar que hiciera aquello porque su padre le llenó de amenazas y lo que menos quería era que le pegaran y así no poder escapar antes de que Hangwi fuera definitivamente por él.

Estuvo acariciándolo por un buen tiempo y Hoseok se quedó callado tragándose las ganas de apartarlo y golpearlo con lo que tuviera más cerca. Fue un alivio cuando se fue de su casa y le dejó en paz. Su padre esa noche no salió y estuvo saltando y gritando de felicidad por toda la casa. Sin duda alguna, odiaba a su padre con todo su ser, lo adiaba mucho.

Desgraciadamente tuvo a Hangwi durante varias tardes y noches en su cuarto mientras su padre estaba en la sala acariciándolo sin pudor. Aunque le desagradara demasiado que él le tocara su cuerpo por todas partes estaba agradecido de que no llevara eso a más. De que no intentara violarlo y solo se conformara con sucias caricias que le repugnaban. Pero de algún modo por él estaba ya recuperado y sin alguna costilla rota, así podía tener más oportunidad de escapar cuando ellos no estuvieran.

Una noche cuando su padre salió y le dejó encerrado en su cuarto con seguro, diciéndole que no volvería hasta que estuviera satisfecho de perder y ganar suficiente dinero en los lugares de apuestas ilegales, Hoseok se vistió abrigado y sin importarle mucho rompió la ventana y quitando todos los vidrios peligrosos miró hacia abajo. Un segundo piso muy elevado del suelo, pero no iba a desaprovechar esa oportunidad. Ató una sábana a la pata de la cama y luego otra con la que estaba muy bien sujeta.

Sin tomarse mucho tiempo bajó por aquella cuerda improvisada y cuando estuvo cerca del suelo se soltó de la sábana y empezó a correr por todo su vecindario sin detenerse y sin mirar hacia atrás. Su padre jamás creyó que fuera capaz de escaparse de esa manera porque era muy peligroso y siempre fue miedoso. Por fin la estupidez de su padre le estaba dando mucha ventaja.

Y aunque no tuviera dinero y anduviera solo en medias no se detuvo por nada. Siguió alejándose cada vez más tomando pocos descansos, pero luego siguiendo corriendo por la madrugada fría como si estuviese loco. No le importaba si moría de hambre o pisado por algún automóvil si no le daba el gusto a su padre de venderlo lo llenaría de felicidad.

Esperaba que como siempre, perdiera su dinero a lo loco en esas apuestas ilegales y en aquellas prostitutas más caras que un auto. Esperaba que se gastara todo su dinero en alcohol y que luego se diera cuanta que no estaba en casa. Hangwi le cobraría todo el dinero de vuelta y como no tenía dónde caerse muerto, terminaría matándose.

O esperaba que le diera un infarto o alguien más le matara a puñaladas por no pagarle. Hoseok desde que tiene memoria recuerda que su padre era así, su madre le reclamaba sobre sus amantes y él terminaba golpeándola. Su madre les dijo una vez que Wooseok estaba metiéndose con gente muy peligrosa y sus deudas iban siendo millonarias. Que lo más probable era que un día ellos lo mataran y fueran a por su familia para ver lo que podían sacar de provecho. Esperaba que ellos se encargaran de torturarlo y matarlo para que lo deje en paz.

Un pequeño recuerdo de ti [NAMSEOK]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt