XXI

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¡Feliz año nuevo atrasado mis preciosos esposos y esposas! Lo siento por la tardanza, pero por favor, disfruten del capítulo que les traigo hoy.

Lamento si hay fallas ortográficas o de gramática.

Por favor, lean las notas finales.
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Sasuke se encontraba sentado una banca de madera rodeado de la naturaleza. Su corazón se sentía en calma, a su lado se encontraba un precioso lobo que descansaba en su regazo. A sus pies, una pantera reposaba mientras frotaba su cabeza contra sus piernas. Cerca, se encontraba un oso mirándolo mientras descansaba de forma perezosa. Así como otros animales. Todos lo miraban, casi con adoración.

Por alguna razón, Sasuke sabía que se encontraba rodeado por las almas de los animales que coexistían con Naruto.

Un aura pesada empezó a llenar el ambiente, a sus espaldas, le llegó el olor a incienso y a tierra mojada. Sin embargo, aunque intento girar la cabeza su cuerpo se encontraba pesado.

¿Que era?

De repente, una enorme garra se posó en su hombro. Sasuke solo alcanzó a ver un pelaje naranja antes de que todo a su alrededor desapareciera.

Sasuke despertó sintiéndose cómodo y protegido. Aún con los ojos cerrados olió y sintió la presencia de Naruto a su alrededor. Estaba en sus brazos. Si le preguntaran -aunque probablemente no respondería- estaba acostumbrándose a despertar entre sus brazos.

Somnoliento se acurruco más cerca de él, sintiendo como el cuerpo contrario se tensó.

Todo hizo clic en su mente.

Su loco comportamiento, su desvergonzada actitud de perra en celo frente a Naruto. Acaso, ¿le dijo que lo embarazara? Sintiéndose avergonzado enterró aún más la cara en el pecho peludo del enorme oso que lo sostenía.

Su cuerpo se tensó. ¿Naruto lo marcó?

Recordó todo. El dolor, el maldito dolor que recorrió cada rincón de su cuerpo, como se sintió vacío y después tan lleno. ¿Realmente estaba marcado? ¿Sucedio? Más importante aún, ¿él quería esa marca?

La respuesta le llegó inmediatamente, maldita sea que si quería.

Dios, ¡Naruto era suyo!

Por alguna estupidez razón, quiso reírse a carcajadas. Gritar, besar al hombre -en esos momentos oso- y reclamar lo suyo.

Contento, alzo la mirada pero los ojos de Naruto se mantenían al frente. Y ahí fue donde captó lo que pasaba a su alrededor. Se encontraban caminando, todos, incluida Yoake -con la que tenía que disculparse- se encontraban en sus pieles animales. Sin ganas de llamar la atención simplemente se acomodó de nuevo dejándose llevar.

El vaivén que hacía Naruto al caminar lo adormeció durante un rato. Para cuando volvió en sí de nuevo, ahora se encontraba recostado contra Naruto mientras Ino y Yoake preparaban algo de comer.

Perezosamente se estiró mientras observaba a todos a su alrededor. Por alguna extraña razón, Sai apenas lo miro se escondió ligeramente detrás de Gaara.

Kimimaru le sonrió. Pero era una sonrisa incómoda, Shikamaru ni siquiera se molestó en mirarlo. TenTen y Neji solo asintieron con la cabeza saludando.

FrenesíWhere stories live. Discover now