Capítulo 4

8K 505 79
                                    

Decidí ir a trabajar andando, por lo que me toco madrugar una hora antes de lo habitual, tenía que llevar a los niños al colegio los cuales entraban a las ocho de la mañana.

Tardé aproximadamente cuarenta y cinco minuto en llegar al edificio caminando rápido, no sabía qué era peor, si el frio o el cansancio que tenía por pegarme la paliza andando.

Salude al portero con una sonrisa la cual me devolvió, una vez estuve frente a la puerta tome aire y entré, gracias a la llave que me facilitaron.

Caminé tranquilamente hasta la cocina donde se encontraba Greta la cocinera de la familia.

— Buenos días Greta —esta pego un bote cuando me escucho a lo que yo no pude evitar reír.

— Buenos días señorita Aida, me ha asustado.

—Llámame solo Aida por favor y disculpa no era mi intención —observe la hora en mi teléfono y dejé el vaso de agua en el fregadero —bueno es hora de ir a despertar a los bellos durmientes, que tengas buen día Greta.

— Igual tu Aida

Sonreí antes de salir de la cocina para dirigirme hacia los dormitorios de los chicos, la casa era inmensa y demasiado llamativa, todavía no tenia claro como es que no me había perdido

Entré en el dormitorio de Chritopher el cual estaba a oscuras, pero se podía distinguir su silueta boca abajo con una pierna fuera de la manta y del colchón, Solo de pensarlo me dio cosilla ¿ acaso no tenia miedo de algo le agarrara la pierna por la noche?

Me acerque hasta el y me senté en el borde de la cama quitándole los pelos de la cara.

—Buenos días dormilón número uno es hora de levantarse para ir a clase —se removió un poco suspirando hasta que abrió un ojo.

— Podría acostumbrarme a despertarme con semejante vista ¿te han dicho alguna vez que el negro te favorece? Te hace más caliente.

— Anda hormona con patas levántate o llegaras tarde.

Escuche como bufaba y se quejaba por haberle llamado así mientras salía de su habitación para dirigirme a mi segunda parada, realice el mismo proceso cuando estuve con Mason, pero a este le costo más reaccionar

—Solo un rato más por favor —hizo un puchero que era irresistible, era casi imposible decirle que no pero no conseguiría que funcionara conmigo su vil intento de manipulación.

— Se te deformara el labio, voy a bajar a la cocina más te vale estar allí en menos de un minuto ¿Esta claro enano?

—Si mi capitán

Mientras los niños se levantaban decidí hacerles un desayuno en condiciones, ya que según Greta los niños no desayunaban nunca sobre todo Chritopher, por lo que siguiendo mi maravillosa cultura en cuanto al tema de comer les preparé unas tostadas con tomate, queso y pavo, coloque los platos y las tazas con leche encima de la barra mientras fregaba lo que había estado utilizando.

— Ummm, que bien huele— La voz de Mason se escucho por toda la cocina según entraron por la puerta haciendo que soltara una pequeña risita.

Pues mejor sabrá— Conteste en español.

— ¿qué?

— Nada, nada.

Observe los movimientos del mayor de los hermanos, agarró una manzana y se dispuso  a salir de la cocina, le miré atentamente para ver si se percataba de mi mirada, pero estaba demasiado absorto en sus pensamientos.

— ¿ha donde te crees que vas jovencito?— este se giró al escucharme llamarle.

— Emm ¿a clase?

Una niñera a la españolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora