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           La Fuerza de Sakura

Parpadeé varias veces, después del movimiento de Itachi. No había nadie a mi alrededor y sentí mi piel erizarse de los nervios. ¿Dónde está Naruto, Kakashi, sensei y la Abuela Chiyo? Hace unos segundos, estaban a mi lado.

Fue entonces cuando me di cuenta.

—¿Genjutsu?—cuestioné, esperando que me diera la razón el perverso ninja que estaba enfrente de mí.

—Eres lista, Sakura—dijo con voz áspera.

—¿Cómo...?

¿Lo hizo cuando apuntó hacia Naruto y yo lo vi? ¿Por qué no metió a Naruto también?

—¿Qué es lo que quieres?—alcé la voz con firmeza.

—Una misión para ti, vas a dejar un clon y vendrás conmigo.

Reí con ironía y con una pizca de nervios.

—No puedo tenerte mucho tiempo en mi genjutsu—activó el mangekyou sharingan—Harás lo que te digo o perderán más tiempo, el jinchuriki debe estar casi muerto.

Tragué saliva. ¿Casi muerto? No puedo permitir que suceda eso, debemos ir por Gaara, aunque eso signifique tener que ir con Itachi Uchiha. El mangekyou sharingan me daba escalofríos, incluso el mismo Kakashi-sensei lo admitía.

—De acuerdo—accedí con voz temblorosa—Iré contigo.

—En realidad, no estoy aquí—explicó—Es un jutsu. Vas a correr por 10 minutos de donde venías. Te encontraré ahí. Sé que harás lo correcto.

Caí de un golpe hacia el fresco pasto, y la Abuela Chiyo estaba atrás de mí. Al parecer, quería filtrarme chakra para poder salir del genjutsu. Mi corazón latía con rapidez, incluso mi respiración estaba entrecortada. Tengo que calmarme un poco.

¿Se deshará de mí? ¿Por eso quiere que vaya con él?

—¡Sakura-chan!—me vio Naruto con preocupación y Kakashi parecía querer estudiar la situación.

Era muy sospechoso. Lo que dijo Itachi sobre nuestro encuentro y haber sido la primera en meterme en un genjutsu puede resultar un tanto extraño. No sé qué planea Itachi pero no debe ser bueno.

Me escondí junto con la Abuela Chiyo. Kakashi-sensei y Naruto luchaban contra el falso Itachi. Había neblina por todo el lugar y aproveché para esconderme. Hice un sello y un clon apareció.

—Irás con ellos. Trata no usar tanto chakra, si es posible.

Mi clon asintió y me dirigí con rapidez por el tramo que ya había recorrido. Mi corazón parecía ir a la par de mi velocidad. Estaba realmente nerviosa. ¿Saber que está enfermo podría ser una información valiosa? ¿Iré corriendo a mi muerte?

Bajé del árbol, y mi cuerpo no se comportaba; estaba temblando.

Sentí el chakra Uchiha detrás de mí después de unos largos minutos, di varios pasos alejándome un poco de él al voltearlo a ver.

Es verdad, no percibía tanta reserva de chakra en el falso Itachi que vi hace un rato.

—Hiciste lo correcto, Sakura. No temas.

El parecido a Sasuke es impresionante, ¿así será como es ahora? Pero a comparación, su hermano mayor lucía con un cansancio infinito, a juzgar por sus largas ojeras.

—¿Qué es lo que quieres?—espeté.

—Necesito un mensajero. Puedes ser de gran ayuda para mí.

La Luz de los UchihaOnde histórias criam vida. Descubra agora