La Luz de los Uchiha

23

           "Taka"

—Ya no somos "hebi". Ahora nos llamamos Taka y tenemos una sola meta: destruir Konoha.

Sasuke había convocado a los miembros del escuadrón y todos estuvieron dispuestos a seguirlo fielmente, sea cual sea la decisión. Todos notaban el cambio repentino en Sasuke: no tenía la misma mirada, eso me quedaba claro y todos percibían como su oscuridad lo estaba arrastrando, y podría decirse que, también a nosotros.  

—Estaremos trabajando con Akatsuki—agregó—, pero seremos Taka, antes que de Akatsuki.

El viento azotó mi nueva vestimenta, a la par de mi ahora largo cabello. Nubes rojas yacían en mi nueva capa negra, nuestro bueno distintivo para saber que formamos parte de la criminal organización, pero, como menciona Sasuke, nuestra lealtad se depositará en Taka, antes que en Akatsuki.

Traicionar a Konoha ya no era un miedo para mí, ni me inquietaba. La aldea que le otorgó a Itachi masacrar a su clan no tenía ni ningún peso en mi ser... O sí, aún tenía sentimientos sobre esa aldea, pero ni uno de ellos buenos: me provocaban dolor, injusticia y repugnancia, al grado de provocarme vértigo.

—Se nos será otorgada una misión—nos informó.—Los llamaré en unos minutos.

Asintieron en silencio los miembros de Taka, y se retiraron. Tenía la necesidad de irme a despejarme, pero, ¿a dónde? Siempre iba corriendo con Itachi, aprendiendo cosas nuevas de él y del Clan; nos olvidábamos de la difícil vida y dilemas que nos esperaban cuando estaba a su lado, solamente hablando conseguía transmitirme la paz que sé por certeza que ni él mismo tenía.

Me di la vuelta, tratando de irme a cualquier lugar para estar sola, pero Sasuke me tomó del brazo abruptamente, a lo que me encontré con su mirada, observándome de forma suplicante.

—Sakura.

—¿Qué suce...?—me tomó de la cintura, abrazándome fuertemente, como si no quisiera separarse nunca de mí.

Su aroma me embriagó por un instante y lo rodeé con mis brazos. Él estaba sufriendo, como siempre lo ha estado haciendo todos estos años. Su abrazo emanaba nostalgia y parecía buscar mi calor para reconfortarse.

Oh, Sasuke...

—Iremos tras Danzo—, murmuró en mi oído.—Tengo tantos motivos como tú los tienes para acabar con esa escoria.

—Sé algo inquietante de él, pero... Te lo diré más tarde, no es necesario agobiarte ahora mismo.

—Como me gustaría escapar contigo.—Su voz se hizo más grave de lo normal, y tuvo un claro efecto en mí.

—Podemos hacerlo.

—No... Aún no... Pero, he estado pensando en que tú puedes irte—enseguida, me separé de él, mirándolo indignada.

¿Él planeaba dejarme... Otra vez?

—¿Estás hablando en serio, Sasuke?

Sus ojos no me miraban directamente a los ojos, su alma parecía estar realmente ida.

—No dejo de pensar en que te arrastré a mi venganza...—¿Siente culpa?—Tú eres lo único que me queda y te traje a este lío sangriento.

—¡Eso-eso no me importa!—lo interrumpí de inmediato.—Si bien accedí a venir contigo por venganza en un principio, me di cuenta que eso quedaba en segundo plano. Estoy aquí por ti, Sasuke.