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           "La Princesa del Byakugō"

Itachi desapareció y mis lágrimas no dejaban de cesar. Él tenía razón... Yo amaba a Sasuke pero haberlo conocido y hacerme tan cercaba a él me hizo quererlo, de una forma tan diferente...

Itachi Uchiha no era el hombre que todos pensaban y me frustraba el hecho de que nadie sabe el bien que hizo por Konoha.

—¡Shannaro...!—golpeé la pared de roca de la guarida y salté enseguida porque se vino abajo.

Necesito dejar de llorar. Tengo que partir y buscar a Itachi Uchiha, esa conversación no puede ser la última que él y yo hayamos tenido... ¡No puede ser!

Mi corazón palpitaba a toda velocidad mientras que me terminaba de colocarme mis guantes, y a su vez, corría por los árboles a toda velocidad.

Había muchos riesgos, no puedo negarlo. Observando mi panorama, podría encontrarme con el escuadrón de Konoha: mis mejores amigos, casi hermanos, y por el otro lado, Sasuke y Hebi. Los tres con un objetivo en común: Itachi.

El ambiente transmitía un viento diferente, podría jurar que estaba tan tenso como yo.

Mi lealtad estaba en juego. Itachi o Sasuke. Sasuke o Konoha. Itachi O Konoha. Suspiré con frustración.¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué el mundo ninja es así? Rivalidades, traiciones, sacrificios... Quisiera mantener mi compostura, ser positiva, como siempre lo he dicho. Pero el mundo me dio una abofeteada de su realidad, desde el primer momento que asesinaron a mis padres. Por un instante, Naruto pasó por mi mente. Él siempre mantenía un energético positivismo, a pesar de haber sufrido tanto. ¿Cómo lo haces, Naruto? ¿Cómo te esfuerzas tanto? ¿Realmente crees que el mundo tiene salvación?

Mi pie resbaló en un tronco de un gigantesco árbol y dejé caerme sobre el pasto, después de amortiguar mi caída con chakra.

Una de mis lágrimas cayó al suelo. ¿Acaso es lo único que sé hacer? ¿Llorar? Estoy cansada de hacerlo. Estoy cansada de llorar.

Escuché extraños pasos dentro de mí y subí con rapidez al árbol. Unos arbustos se movieron y un perrito salió enseguida.

Esperen, ¿es un perro ninja de Kakashi-sensei?
En definitiva lo era... ¡es Pakkun!

—Te has vuelto buena ocultando tu chakra, jovencita.—Escuché la voz de mi sensei detrás de mí y me sobresalté enseguida.—Claro, no tanto como tu maestro.

—Pero sí es una de tus estudiantes, Kakashi. Otro que se te escapó—comentó Pakkun.

Me posicioné con velocidad enfrente de él, sacando un kunai. ¿Por qué se sentía la necesidad de protegerme?

El enmascarado peliplata entrecerró los ojos con confusión. En menos de unos segundos, Kakashi-sensei leyó mi rostro.

—Sakura, ¿está todo bien? Ha pasado mucho tiempo.

—Kakashi-sensei...—bajé el kunai y mis hombros se escogieron. No podía fingir—Realmente no sé qué es lo que debo hacer.

—Es peligroso andar sola, en estas circunstancias.

—Entonces es verdad—observé—, mandaron un escuadrón para capturar a Itachi.

—¿Ah? ¿Eso? Sí, es verdad.

Bajé la mirada, pensativa. No temo por la seguridad de Itachi, sé que los hará añicos y creo que eso es lo que preocupa. No he cortado mi lazo con los míos, después de todo.

—Creo que cometen un error—susurré.

Hubo con corto silencio, y el peliplata lo rompió.

—Sakura, te conozco y sé leer a las personas. Desde que te metiste en el genjutsu de Uchiha Itachi, parece que has estado en otro mundo. Eres mi alumna, quisiera que hubieras tenido la confianza de contármelo.

La Luz de los UchihaOnde histórias criam vida. Descubra agora