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Napoles es sucio, caótico. Hay demasiados coches, aún en medio de las restricciones y la gente habla demasiado alto. La ropa cuelga en largos tendales que cruzan las calles como si fueran banderas .
Donde la Toscana es suave y melocotón, Nápoles es afilada y roja. Incómoda.
No me preguntes cómo he llegado aquí. Estaba tan cansada después de todas las excursiones por la Toscana, que en la estación de tren me limité a buscar el viaje más largo para dormir un rato.
No te preocupes por que me roben la mochila otra vez, aunque por precaución duermo sobre ella, los pelos azules de chiflada (¿te conté que me había teñido?) dan la impresión de que la peligrosa soy yo.
¿Te imaginas? la gente asustada de mi. Casi me da la risa.
Llevo algo más de un mes de tren en tren y algunas piezas empiezan a encajar en mi cabeza.
Si decidiese seguir viajando, pasados los tres meses que acordé con Armand, me pregunto hasta cuando me duraría el dinero.
No se lo he preguntando a mi padre claro, probablemente le daría un ataque, pero siento curiosidad por la que gente que dedica toda su vida a viajar por el mundo.
El viaje de Siena a Napoles fue largo, duró cinco horas y me aburría así que le escribí a Manuel (un correo electrónico, las cartas las reservo para ti) y di por zanjado todo.
Fue un formalismo porque no había nada que acabar pero sentía la necesida de hacerlo. También podía haberlo dirigido a Silvana, puesto que ella parecía tomar todas las decisiones de nuestras vidas, desde la ropa que nos poníamos hasta el mejor momento de sonreír, pero me pareció más correcto dirigírselo a él.
No me ha contestado lo que no me sorprende demasiado.
Aún hace calor aquí. No sofocante, no como el Mediterráneo en Agosto, pero el aire aún está caliente y es agradable pasear.
Cierto que tengo la molesta sensación de que en cualquier momento la camorra vendrá a por mi.
Pero te recuerdo que ahora doy mucho miedo. Aitana Ocaña delincuente profesional.
Nunca me hablas de ti en tus correos. Empiezo a pensar que te has casado y has tenido un par de niños en mi ausencia.
A.
Para: aocanamor99@gmail. com
De: lcepferdez89@gmail.com
Asunto: Creo que los embarazos duran nueve meses
Aquí empieza el frío. Al menos es frío seco, el de Madrid, no la humedad de Galicia que se mete en los huesos.
