Capítulo 1

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Theodore P.O.V

Estaba realmente entusiasmado desde que mi papá me dio la noticia que si me portaba bien hasta mi cumpleaños, lo más probable sería que obtuviera su departamento de soltero como regalo. Sabía que había estado algo  mal encaminado y tenía que evitar hacer unas cuantas cosas.

Nada de sustos a mi mamá sobre que posiblemente sería padre, algo que sólo pasó 2 veces.

Nada de llegar arrastrándome hasta la casa ebrio, y recuerdo que la última vez fue el fin de semana.

Nada de multas de coche, la única y maldita vez que lo hice para mi suerte justo fue con el carro de mi papá. Pero no fue mi culpa, un desgraciado frenó en seco, o bueno quise hacerles creer eso.

Y sobre todo, no quejarme cuando Phoebe me diga que la lleve a algún lado. Ya que ella querría ir a todas partes o esa era la excusa porque la verdadera razón era que ella moría por tener una moto y obviamente papá, ni aunque estuviera muerto, se la daría. Jamás. Y estaba de acuerdo. Mi hermanita estaba muy pequeña para eso.

Estaba yendo a casa cuando vi el carro de mi tío Elliot y sonreí, él era el hombre que me había enseñado como llevar a una mujer a la cama al instante, cosa que no le agradó a mi padre ya que en esa entonces tenía sólo quince años.

Cuando bajé ellos también bajaban.

Ava, mi prima era la más entusiasmada y salió corriendo y gritando hacia la casa.

-Hola tía.

Saludé a mi tía Kate.

-Ted.

-Hola tío.

Caminamos hacia la casa charlando sobre la nueva obra que estaba poniendo en pie.

Ya una vez en casa lo primero que vi fue a Taylor que estaba apoyado en el marco de la entrada hacia la sala viendo con unos ojos diferentes, medio cristalinos, a lo que sea que ocurriera adentro. Confundido, me acerqué a averiguar.

Y fue cuando escuché su risa, seguida de las risas de Ava y Phoebe. Llegué a la sala y allí estaba.

-Sophie. -susurré.

Esa chica de cabello rubio alzó la mirada y me sonrió. Mi corazón comenzó a acelerarse, la había extrañado desde que se fue, justo hace 5 años con 2 que dentro de una semana se cumplirían 3 meses. No es que llevara la cuenta sólo que cuando se fue conté los días esperando que así volviera más rápido.

-Ted. -sonrió.

Se paró y me abrazó. Por unos segundos me quedé quieto aún sin creer que realmente estaba ahí, conmigo. La abracé con todas mis fuerzas, estaba aquí y no era un estúpido sueño como siempre me había sucedido cada noche desde que se fue y despertaba ilusionado pensando que algún día sucedería, y estaba sucediendo. Sophie Taylor estaba acá, en mis brazos.

Nos apartamos y miré sus ojos color avellana. La había extrañado jodidamente tanto.

-¿Cómo has estado?

-Bien. -sonrió.

Y entonces lo recordé. Fruncí el ceño y me alejé.

-Me voy a mi cuarto. -dije serio.

Subí las escaleras. No dejaría que con una abrazo y ya, lo solucionará. Me tiré en mi cama y puse una almohada en mi cara para que no se escuchara mi grito. Había esperado cinco jodidos años en los cuales había llorado, gritado y por culpa de ello y querer ser indiferente ante la situación, me metí en cosas que no ponían del todo orgulloso a mis padres. Y eso no se solucionaría con un abrazo que había estado esperando. Tenía que mantener mi orgullo en alto.

Toc toc. El sonido de la puerta interrumpió mis pensamientos.

-Pasa.

Apareció una cabeza de cabellera castaña, con ojos grises y una espectacular sonrisa.

-Ted.

Sonreí a mi hermanita y entró lanzándose a mi costado.

-¿Qué pasa con Sophie?

Suspiré.

-Nada.

-Ajá -volteó a verme- Se supone que era una sorpresa para que te pusieras feliz pero sólo te duró unos segundos antes de que te convirtieras en papá cuando nadie le hace casi

La mire y sacudí la cabeza. Por su mal chiste.

-Te castigará si te escucha. —cantureé.

Phoebe rodó los ojos.

-No hagas eso.

-Deja de ser Christian Junior y dime.

-¿Por qué me pondría feliz que ella estuviera aquí?

Escuchamos unos pasos en seco y cuando vi estaba Sophie en la puerta, había y por su expresión claramente oyó lo que dije. Me miró y se fue. Maldición Ted.

Phoebe me mató con la mirada y esa mi señal para pararme inmediatamente.

-Ted.

Me llamó mi hermana cuando estaba por salir de mi cuarto. Volteé a verla.

-Cuidado que si Taylor te ve en su habitación papá no hará nada para impedir que te mate.

Resoplé, tenía razón. Papá quería a Sophie como otra hija más. Así que me aseguré de escuchar que aun seguían abajo y luego me apoyé en la puerta de la habitación de Sophie para escuchar si posiblemente Taylor estaba en su habitación. Y no.

Giré despacio la perilla, no estaba con seguro. Sonreí, eso me hizo recordar cuando no podía dormir a causa de las pesadillas y Sophie siempre dejaba su puerta sin seguro para dormir con ella. Entre y tragué duro cuando la vi.

Estaba con toalla envuelta en su cuerpo y con un moño en su cabeza. ¡Dios! Definitivamente había cambiado más de lo que le chocó la pubertad tiempo atrás.

Cuando volteó a verme saltó de sorpresa y me dio la vista a sus pechos que resaltaban en la toalla.

Graves problemas en mi pantalón.

Hermanos GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora