Capítulo 27

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Sophie P.O.V

Ted apestaba a mierda con todo su vómito, lo bueno que no era mi auto el que estaba cubierto de vómito.

- Haber Ted- le quité el cinturón- camina,  ayúdame con eso.

Se quejó y salí de ahí; cerré el carro y lo cogi por la cintura para jalarlo al ascensor.

- Hueles bien- dijo en mi oído.

- Tu no.

Se rió y mantuvo sus labios pegados en mi cien. A pesar de ser mayor a Ted, el era más alto. Pero no mucho.

Salimos y tambaleando llegué a mi departamento.

-Entra.

Ted pudo sostenerse mientras yo cerraba la puerta con seguro.

-Anda a mi cuarto.

Ted me jaló de la mano.

- Contigo.

Resoplé y lo acompañé, ni bien llegamos Ted se tumbó boca a abajo en la cama.

Irás al sillón Sophie.

Pero antes,  no quería mi cama de vómito.

Lo volteé y cuando iba a quitarle volvió a moverse. Maldito ebrio.

Lo acomodé bien y me puse encima de él. No era tan malo, pero sí lo era cuando se suponía que tenía enamorado.

Le empecé a quitar la camisa y el soltó una risa. Estúpido. Le logré quitar y cuando iba a empezar con los pantalones comenzó a acariciar mis muslos poniéndome la piel de gallina.

Sus dedos estaban tan cerca de ... oh Dios.

Comenzó a mover sus pulgares. Tuve que concentrarme para quitarle el pantalón. Aproveché en apartar sus manos de mi.

Listo.

Puse su ropa en la lavadora y volví para coger sábanas e irme al sillón.

Vi a Ted que ya estaba dormido y me acerqué. Todo se había arruinado, tal vez nunca tuve que volver. Que diablos pensaba? Ted era menor que yo y merecía vivir los ocho años que le pasaba.

- Buenas noches Ted.

Acaricié su cabello.

- Sophie.

Sonreí, estaba soñando conmigo, me dirigí a la puerta.

- Sophie?

Creo que se había levantado.

-Sophie!

Me reí y me arrodillé al lado de la cama.

- Estoy acá.

Abrió sus ojos, esos ojos azules que tanto quería. Cogió mi mano y suspiró.

- Soy un idiota,  no?

- Si.

Sonrió a media y besó mi mano.

-Me odias?

- No Ted, aunque quisiera no lo haría.

Comencé a acariciar su cabello como lo hacía cuando venía a mi cuarto después de sus pesadillas.

- Todo era más fácil cuando éramos pequeños- se mordió el labio inferior- era más fácil cuando no tenias a ningún chico detrás tuyo,  solo yo. Y cuando imaginaba que eras mi esposa.

Me reí y el también lo hizo.

- Si, sería más sencillo así.

- Te extrañé bastante.

Hermanos GreyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt