Capítulo 20

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Phoebe P.O.V

-Señor Grey.

Alcé la vista y me encontré con unos ojos azules, y una media sonrisa.

Era Samuel.

Apreté los dientes cuando vi quien estaba a su lado y cogiendo de su brazo. La chica de la toalla.

Mi papá se levantó de los cómodos sillones, mientras Ava, Camille y Travis me miraron.

Les había contado lo que había pasado ese día y ellos de inmediato lo insultaron.

- Señor Freyed.

Se dieron un apretón de manos.

Y ellos de donde se conocían?

Samuel me miró de reojo y luego volvió su mirada a mi padre. Mi papá volteó a ver a la chica y Sam agregó.

- Muchas gracias por haberle ofrecido trabajo- dijo sonriendo cariñoso a ella.

Que mi papá hizo que?

Traición! Traición!

-Ella es Anabelle- dijo mientras ella le extendía la mano a mi padre.

Ja! Nombre de muñeca diabólica. Y con esos ojos grandes y saltones tenían mucho en parecido.

Aunque me molestaba más el que Samuel venga acá y me la restriegue en la cara.

Puto.

- Oh Ana, te acuerdas que te conté de ella.

Mi mamá se alzó y la saludo amablemente.

Me daba ganas de agarrarla de los pelos a esa zorra pero más a Samuel quien la tenia de la cintura.

- Mucho gusto señorita Freyed- dijo mi papá.

Aguanta. Señorita que? Debía de haber escuchado mal el nombre.

Samuel me miró de reojo y frunció los labios tal vez aguantando la risa por mi cara.

Travis soltó una pequeña risa.

- Su hermano me a hablado muy bien de usted.

-Muchas gracias señor Grey por el trabajo.

Mi papá volteó a verme a mi y a Ted. Nos paramos y nos pusimos a su lado.

Quería que la tierra me tragara. Pero ya!

-Ellos son mis hijos Theodore y Phoebe- miré a Anabelle quien me miró con un toque de gracia, no la culpaba- hijos ella es Anabelle, hermana de uno de mis socios Samuel Freyed.

Socios? No puede ser!

-Mucho gusto.

Anabelle le dio un beso en la mejilla a mi hermano y cuando lo iba hacer conmigo me sonroje, esta es la peor vergüenza que estaba pasando.

Luego Samuel se acercó a Ted y se dieron un apretón de manos, cuando se acercó a mi su sonrisa no pudo ser más perfecta.

Se agachó para plantarme un beso en la mejilla y disimuladamente puso una mano en mi cintura, lo cual me hizo dar un respingon.

- Mucho gusto señorita Grey-susurró en mi oreja.

Su voz me desarmó por completo.

Lo bueno que había pasado rápido, solo yo lo sentí en cámara lenta.

Hermanos GreyWhere stories live. Discover now