Hermanos Grey

Capítulo 40

* 5 años después *

Theodore P.O.V
Respira. Respira.
Voté todo el aire que tenia. Hoy era un día importante y mis manos estaban de gelatina, mis piernas parecían que me iban a traicionar en cualquier momento.
Estaba frente al espejo arreglando lo último.
Estoy bien. Estoy listo.
- Hijo.
Vi a mi padre entrar y se me quedó mirando.
Oh por dios! Mi padre quería llorar. Christian Grey quería llorar.
Sonreí nervioso.
- No recuerdo haber estado tan feliz, desde el nacimiento de Phoebe - dijo con voz temblorosa.
- Voy bien?
Se acercó y me ayudó con la corbata.
- Ahora si.
Sonreí y mi padre me abrazó, suspiré. Me apretó y oí un sollozo. Ay maldita sea, no quería llorar.
- No . puedo creer que mi hijo se vaya a casar...
Me reí.
- Papá voy a llorar y no quiero que ella me vea así.
Asintió.
- Tienes unos minutos, te espero afuera.
Asentí y salió.
Bien Theodore, controlate, todo saldrá bien. Hoy es tu día.
Sonó mi celular y al ver el nombre sonreí. Sophie.
- Hey.
-Hola - pude sentir como sonreía- y que tal?
- Bien . Algo nervioso.
- Lamento no estar allí.
Me reí. Yo también.
Entonces mi papá tocó la puerta avisándome que ya era hora.
-Ya tengo que irme- avisé.
- Está bien. Yo también tengo que hacer algo.
Colgué. Me di el último vistazo al espejo, todo bien.
Salí de la habitación y bajé las escaleras.
Mi boda sería en la casa de mis abuelos y todos ya estaban allí. Mi papá estaba a mi lado.
Mi mamá y abuela estaban llorando de la alegría. Gail que era como una segunda abuela también y me reí nerviosamente. Sentía algo en mi estómago, pero sabía que todo saldría bien.
Blake y Gerald estaban en primera fila. Después de todo el rollo, logré hacer las paces con él. Al fin y al cabo éramos como hermanos y no dejaría que nada arruinara mi amistad con él.
Y mis nervios explotaron cuando empezaron a sonar las campanas.
Allí viene. Allí viene.
Todos se pararon y voltearon para ver a la, dentro de unos minutos, señora Grey.
Pero antes pasó mi pequeña hija de cuatro años, con los pétalos de rosas. Esa niña era un yo en miniatura y claro, en femenino. Tenía mis ojos azules y mi cabello castaño. Tan hermosa desde el primer día en que la tuve en mis brazos.
Le seguía mi prometida o esposa, como quieran. Estaba perfecta, era perfecta. Me saqué la lotería con ella.
Después de que Sophie se fue a Francia y mis dos semanas de infierno... jamás me arrepentiría de la decisión que tomé, esa decisión que su fruto era tener a mi mujer a mi lado.
Cuando estuvo a mi lado y me cogió la mano, todo mi nerviosismo se fue. Ella estaba acá. Conmigo.
El padre comenzó a hablar y yo podía dejar de mirarla.
Cuando terminó mi esposa citó sus votos. Mi turno.
-Yo. Theodore Raymond Grey- tragué duro- prometo cuidarte y amarte por el resto de mis días a ti. Aceptas ser mi esposa, Sophie Marie Taylor?
Sonrió abiertamente.
- Acepto.
No deje que el padre terminara su parloteo, me lancé a besarla. Ya era mía, después de todo era mía.
Deben de estar perdidos, después de que Sophie se fue y pasé mi infierno personal. Decidí hacer mis maletas y decirle al querido destino que no me importaba nada, yo iría atrás de ella.
Alondra me dijo que no estaba embarazada y eso me motivó más a ir por Sophie.
Cuando llegué a Francia, Alessandro tenía razón. Todo lo que Sophie quería era que fuera por ella como ella volvió por mí. Tuvimos a una hermosa hija llamada Erika; Taylor me quiso matar cuando se enteró del embarazo pero como le decía, el me adoraba. A veces cuando estaba de nervios, Sophie sabía como calmarme. Ella me dio toda esta vida de alegría.
Ahora que ya era mía ante todos, sabía que mi futuro con ella sería feliz.
Miré a mi pequeña hermana quien ya estaba embarazada de ocho meses, fue difícil para mi padre y para mi.
Volteé a ver a Sophie quien estaba a punto de llorar.
Todo estaría bien, le daría todo lo que ella y yo deseábamos hace tiempo atrás. La amaba y nada saldría mal, lo sabía.
Después de todo, era un Grey.

FIN.