Capítulo 39

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Phoebe P.O.V
La maldita alarma sonó, abrí los ojos. Porqué sonaba tan temprano?
Y todo lo respondió cuando volteé a ver a Samuel dormido a mi lado, completamente desnudo.
Me mordí el labio inferior al verlo, la sábana lo tapaba hasta la cintura y su cara parecía un ángel.
Suspiré y entonces me asusté cuando abrió sus ojos y sonrió.
- Algo debo de estar haciendo bien para que estés así de enamorada de mi- me cogió de la mano .
- Creído.
Se rió y me jaló para quedar encima de él, pensaba que me iba a besar pero sólo me acarició la cara.
- Cuando estas enamorado, es normal sentirse así de feliz? porque presiento que en cualquier momento mi pecho estallará- dijo inocentemente asustado.
Espera que? Acaso dijo esa palabra?
Sentía que mi corazón palpitar fuertemente.
- Así es Phoebe Grey - sonrió- estoy enamorado de ti.
Entonces cuando lo iba a besar por estar tan feliz, sonó otra vez el celular. Pero no era la alarma, Samuel lo cogió.
- Si?
- Ya puedo volver a la habitación- era Sebastian quien se quejaba- dormir con Jean es un martirio.
Lograba escuchar su voz pero un tanto amortiguada.
Samuel soltó una risa y sonreí, se veía tan relajado.
- Ya. Pero espera un momento que Phoebe ya se va.
- Phoebe!
Samuel alejó el celular de su oreja porque el grito de Sebastian fue muy fuerte.
- Mierda, casi me rompes el oído - se quejó.
Me reí.
- Ya había olvidado lo sexy que era tu risa, Phoebs- dijo Sebastian.
Samuel frunció el ceño y colgó.
- Vamos, a cambiarnos.
Me paré y cogí mi pijama, mientras me cambiaba Samuel me miraba con una sonrisa. Él solo tenía su boxer. Suspiré.
Me lancé a sus brazos y comenzó a reírse.
- Podemos vernos esta tarde- me dio um pequeño beso.
- Si!- gritaron.
Volteamos a ver y ahí estaba Sebastian, Jean y Franco.
Samuel frunció el ceño.
- Phoebs.
Sebastian me abrazó y luego le siguieron los demás.
-Vamos a un bar de acá, de paso recordamos viejos tiempos- Franco me guiñó el ojo.
Samuel le pegó.
- No- rugió.
Franco se sobó la nuca.
- Ya me tengo te ir.
Me despedí de los chicos y salí al pasillo para tomar el ascensor, entré y logré ver a Samuel apoyado en el marco de su habitación mirándome, como un modelo. Definitivamente tenía mucha suerte de tenerlo como pareja.

Llegué al piso superior y silenciosamente entré a mi habitación, ya que toda mi familia estaba en el mismo piso.
Entré y tuve que ahogar un grito cuando vi a Ava y a Ted sentados en mi cama, cada uno con una expresión diferente.
Ava tenía una cara alegre y curiosa. Ted, bueno, parecía mi padre enojado.
- PHOEBE GREY AHORA MISMO ME DICES DONDE HAS ESTADO! - gritó mi hermano.
- Sí - apoyó Ava- y porqué no me llevaste?
Miré a ambos, era gracioso verlos a los dos. Eran tan diferentes, traté de no reírme.
- Estuve con..
- Samuel- habló Travis.
Y este de donde salió? El estaba apoyado en una esquina con una sonrisa.
- Es verdad? - dijeron Ava y Ted.
Sonreí inocentemente.
- PHOEBE AHORA MISMO...
- Me cuentas todo lo que pasó- interrumpió Ava.
Me jaló con la mano para sentarme en la cama.
- Ava estoy regañandola, no puede irse toda la noche y...
- Si si- dijo ella sin importancia- ahora cuéntame, que paso?
Ted suspiró con resignación. Así es, Ava era una réplica exacta de mi tía Kate y un tanto de Elliot.
- Pues..
- Tiraron toda la noche- acusó Travis.
Juraba que en cualquier momento mi hermano moriría de un paro cardíaco.
Me quedé callada, no era algo que me gustaría hablar con mi hermano acá, pero él tenía curiosidad.
- No- dije lentamente.
- Así mentirosa- dijo Ava - se nota que has tenido buen sexo.
- No puedo seguir escuchando esto.
Ted se paró y se fue por la puerta, dado un portazo al momento de salir.
Pobre, pero que se cobre de todas las veces que me dejó tirada por una de las muchas zorras que se llevaba a la cama. Ninguna era buena para él, sólo Sophie.
Hablando de ella, tenía que hablar con ella hoy.

*********
-Entonces si lo hicieron toda la noche- dijo riéndose.
- SOPHIE - gemí.
Comenzó a carcajearse por el celular. Extrañaba tenerla a mi lado. - Ya Phoebe, la verdad es que jamás había visto así a Samuel.
- En serio?
- Sí, me parece tierno de su parte. Por cierto si vez a ese cuarteto de mandriles, mandales mi saludos.
Me reí por su apodo, Sophie me había estado contando de todo lo que esos tipos hacían cuando estaban en la universidad. Y me sorprendió saber que Samuel no era tan maduro como ahora.
-Cuando vas a volver?
Sophie suspiró.
- No creo que vuelva pequeña, por lo menos no en un largo tiempo.
Me mordí el labio. Sophie era mi hermana mayor, la única que era capaz de darme un consejo maduro y que me sirva.
- Phoebe!
Escuché como Ted entraba a mi habitación.
-Bueno pequeña. Cuídate, más tarde hablamos.
Colgué y Ted se me quedó mirando.
- Con quien hablabas?
Me puse nerviosa.
- Con nadie.
Entrecerró los ojos y me quitó el celular.
-Ted, devuélveme mi celular!
Mi subí en su espalda mientras él alejaba el celular con su brazo.
Y entonces se quedó paralizado.
- Has hablado con Sophie?
Me bajé de su espalda. Sabía que él la había estado llamando pero Sophie lo había bloqueado.
- Sí - susurré.
Me partió el corazón ver como los ojos de mi hermano se volvían aguados. Lo abracé y su cuerpo comenzó a temblar, estaba llorando en mi hombro.
- Ya . Ted.
Le sobé la espalda para que se calmara. Si mi hermano estaba así, no me imaginaba como estaría Sophie.
Sólo sabía una cosa. Que ella ya no iba a ceder de nuevo, me había contado el porqué de su viaje.
Y aunque Ted era mi hermano, era lo mejor para ambos.

*********
Travis, Ava y yo estábamos en un bar conocido de acá, estábamos esperando a Samuel y sus amigos, ya había pasado media hora de lo que acordamos. Estábamos tomando vino cuando la puerta de la entrada sonó y allí estaban, como Sophie los llamaba, el cuarteto de mandriles.
Samuel me sonrió y se dirigió a mi, pero antes de que se acercara, Sebastian lo empujó y me abrazó.
- Ya la tuviste en la noche- se quejó.
Samuel rodó los ojos.
- Si, pero es MI chica. Así que saca tu brazo inflado de su hombro.
Me reí. Samuel era tan adorable celoso.
Samuel se acercó y me cogió de la cintura besándome.
- Cómo has estado?
- Bien. Dormí un poco más- torcí el gesto.
Samuel me besó en la punta de la nariz.
- Has tomado mucho?
Miré mi copa vacía.
- Un poco.
Se rió.
- Bien. Así estarás lúcida para lo que tengo para ti.
Me besó. Me besó de la manera que solo lo hacía en la cama, y eso automáticamente me prendía. Quería tenerlo ahora.
-Ya dejen de eso.
Volteamos y Jean estaba con la nariz arrugada.
Nos reímos y nos sentamos para tomar.
Después de una hora de reírnos de las bromas que soltaban sus amigos y Travis.
Ya comenzaron a beber demasiado, Sebastian y Franco comenzaron a bailar encima de la barra, me habían propuesto bailar con ellos pero con la mirada de Sam, prefería que no. A parte el sabía como mantenerme entretenida con él y sus besos. Creo que ya me urgía volver al hotel.
-Vamonos.
Sam me susurró al oído haciéndome erizar.
Asentí y me cogió de la mano saliendo de allí.
-Cierra los ojos.
Se paró frente a mi con una sonrisa de niño.
Le hice caso y solo pude escuchar sus pasos alejándose un poco para después volver. Sentía nervios y curiosidad.
- Abrélos.
Los abrí y vi que tenia un casco en su mano.
- Y esto?
- Es tuyo.
Se apartó y pude ver una moto roja.
Oh . Por. Dios.
- Qué? - jadeé.
- Es tuya, Phoebe.
Pegué un grito y él comenzó a reírse cuando me lancé a sus brazos. Tenía una moto. Tenía una moto.
- Vamos. Sube.
Le quité el casco y el se puso otro.
Dios. Estaba tan entusiasmada de tener esta belleza. Lo bueno es que Travis ya me había enseñado a como conducir una.
Samuel se puso detrás de mí, poniendo sus manos en mi cintura, me hizo sentir algo nerviosa y fue donde me acordé de que minutos atrás tenía unas ganas inmensas de encerrarnos en el hotel.
-A dónde vamos? - le pregunté inocentemente.
Apoyó su mentón en mi hombro.
- A dónde quieras- susurró - pero siempre contigo.
Sonreí y arranqué la moto.
El sol ya se estaba poniendo, ya estaba un poco más oscuro.
Sabía que con Samuel todo saldría bien, no me arrepentiría nunca de que fuese el primero, de haberle entregado mi corazón.
Y es que sentir su risa a mi espalda y el viento en mi cara, era una sensación increíble, ahora lo tenía todo.
Después de todo, era una Grey.

Hermanos GreyWhere stories live. Discover now