Capítulo 19

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"Todos estamos rotos, así es como la luz entra."

Chiara

1:47 A.M

No te preocupes, no le tengo miedo a las alturas.

Son las palabras que han hecho eco en lo más profundo de mi cerebro, son las palabras que me han mantenido en una neblina, en la que no puedo ver nada excepto los faroles azules de Alex.

Se siente como si esos pequeños trozos de universo quisieran convertirse en mi guía.

Sin importar que tanto rato llevo intentando dormir, no puedo ver nada más que su jodida expresión después de haberme subido en el auto y haberle dejado ahí. No he podido hacer más que hundirme en la cobardía que mi nauseabundo cuerpo irradia. No he podido despejar las voces y los gritos que me recuerdan que yo soy la culpable de mi propia miseria.

Es que ya me he convertido en adicta al dolor.

No estoy preparada para los cambios. Es que ya estoy acostumbrada a ahogarme en silencio, fingiendo que todo está perfecto, así no pueden ver que no sé nadar. Y no quiero que eso cambie.

No quiero sentir que necesito de nadie, no cuando todo lo que tengo que ofrecer, son lágrimas de sangre adornadas con un mundo roto, cubierto en polvo y humo. No cuando, lo más lindo que tengo para mostrar es mi esperanza para morir.

Es que ya no puedo ser una persona diferente, ya no puedo.

Ya no quiero.

No quiero necesitar de nadie, porque a todos los que he necesitado me dejan cuando comienzan a ahogarse junto a miseria. No quiero necesitar de nadie, porque la necesidad significa que te puedas dar el lujo a soñar, y yo ni siquiera puedo respirar.

Yo ni siquiera puedo pararme en mis propios pies sin sentir como todo el universo me empuja de nuevo al abismo, es que yo estoy destinada a caer. Estoy destinada a sentir dolor.

Algunas personas simplemente nacen para ser el ejemplo de lo que una vida atormentada es.

Yo solo soy nací para demostrar que, no siempre después de mucho dolor llega una gran recompensa. A veces, después de mucho dolor lo mejor que puede ocurrir es la muerte.

Y es lo que más deseo. Es ha lo único que he aspirado.

Y ahí es donde llegan los zafiros de Alex, ha mostrarme benevolencia dentro de mi cabeza llena de desconsolación. A llevar una pizca de color en un mundo que solo conoce el frio y acongojador gris. A mostrarle a la muerte que antes de que ella llegue la vida puede bailar una última pieza.

Pero eso es solo llenar de falsas ilusiones un desconsolado corazón, que ha sufrido demasiado. La vida se asustaría si supiera que tan jodida la muerte verdaderamente se encuentra y se apartaría. Y la dejaría ser, dejaría de hacerle creer que hay esperanza.

Dejaría que descanse, de una vez y para siempre.


💉💉💉


El torbellino dentro de mi cabeza hace un contraste mortal con el silencio de la blanca habitación del hospital, si no estuviese tan sumida en el desastre que es mi mente apuesto a que pudiese escuchar el recorrido que hace la sangre del suero hasta llegar a mi brazo. Y perderse en el torrente lleno de putrefacción que pronto la rechazará.

Porque en eso si estamos de acuerdo mi mente y mi cuerpo, ambos alejamos lo que puede salvarnos.

Está vez no pude cerrar los ojos mientras me hacia la transfusión, simplemente no pude.

Tu Nombre En Mis VenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora