Capítulo 15

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"Estás siempre atormentada por el sentimiento de que estás desperdiciando tu vida."

Chiara

El clima esta mañana no ha mejorado, desde hace tres días el cielo es solo una gran mancha gris que se roba la alegría de las calles. Estruendosos truenos que obligan a todos a quedarse en sus casas.

La sensación de vacío en las calles de Toronto carcome en lo más profundo de tu ser. Todo es opaco y gris, como una fotografía impresa de tristeza. Pero los días de lluvia siempre son así, ¿no? Saber que no eres la única que se cae a pedazos por el dolor.

Son en esos días cargados de nada en los que te replanteas todas las cosas que has hecho y te das cuenta el poco sentido que tiene la vida para ti. Es en esos días en los que puedes llorar sin temor a ser escuchada, porque son de las pocas veces en la que el cielo también grita de dolor.

Solo en días como esto que creo que el mundo puede ser empático conmigo y siente todas las desgarradoras emociones que se esparcen por mi malgastado cuerpo.

Sólo en días como estos siento que todos los demás sienten lo que es no sentirse bien consigo mismos.

Pero claro, para ellos ese sentimiento de incertidumbre es solo temporal. Tan pronto las nubes se vayan, ellos vuelven a sentirse normales. Sus preocupaciones se van y sus malos ratos terminan.

Pero los míos no, mi angustia no termina cuando sale el sol. Mi repudio hacia mí misma tampoco. Para ser honesta cada vez que escucho una risa a mi alrededor el asco dentro de mi crece.

Y mierda, es horrible sentirse así.

Ver a todos los demás disfrutar de los colores del arcoíris mientras yo sigo viendo a blanco y negro.

Ver a todos a los demás disfrutar de la dulce melodía de los pájaros al cantar mientras yo quiero con todas mis fuerzas que se callen. Para mí no es un sonido melódico, para mi es una burla.

Todas las criaturas de la tierra pueden ser felices, todas, excepto yo.

Dejo caer mi cabeza del marco de la ventana de mi habitación. Mientras más se intensifica la lluvia mayor las ganas de romperme a llorar. Y por más que intente no estoy

Es solo que a veces el dolor es demasiado abrumador.

Desde mi habitación puedo sentir el olor del té que mi mamá prepara en la cocina. Para muchos este sería un escenario espectacular, sentados mientras escuchan la lluvia caer y toman café, leyendo su libro favorito, en lo que ellos aclaman como "la verdadera felicidad".

Es injusto, ver como muchos se conforman con tan poco, como sacian sus necesidades con tan simples acciones. Y yo aquí tengo que pedir a gritos con lágrimas en los ojos que las voces se callen por tan solo treinta segundos para poder respirar.

La felicidad está tan mal repartida, muchos tienen demasiada y yo no tengo nada.

Pero a quién debería culpar por esto, no puedo señalar a nadie. Puedo poner toda la culpa en la vida tan desastrosa que me tocó, pero estaría solo mintiéndome a mí misma.

Porque siendo honesta la culpa es mía. Sí yo no fuera tan patética nada de lo que siento sería real. Pero yo, yo le doy demasiada importancia a las voces y a los demonios en mi cabeza.

Y no debería, pero lo hago. Como podría ignorarlos si ellos son los únicos que se quedaron. Estamos atados en una maldita relación toxica.

Los odio con cada parte de mi ser, cada fibra de mi cuerpo los repudia, pero ellos no se alejan y no estoy segura de que esté lista para dejarlos ir, son lo único que he conocido durante años.

Tu Nombre En Mis VenasWhere stories live. Discover now