Tu Nombre En Mis Venas

Capítulo 12

"Estoy enamorada de mi propia destrucción."

Chiara

El tiempo se ha detenido a nuestro alrededor, todas las informaciones que mi cerebro podía considerar importantes parecen inútiles y ninguna podría ayudarme a descifrar el mar de emociones que me provoca su presencia.

Ninguno ha dicho otra palabra, solo nos hemos quedado mirándonos fijamente, sus zafiros azules penetran en mi interior y frente a su intensa mirada me siento desnuda.

He intentado formular algunas palabras, algo que me ayude a salir de este extraño momento, pero mi cerebro está completamente en blanco.

Él está aquí parado frente a mí y no puedo descifrar si esto me gusta o no.

Pensé que nunca tendría que verlo de nuevo, enfrentarme a él no estaba en mis planes. No después de haber rechazado su solicitud en Instagram, ¿Qué se supone que voy a decirle?

Como voy a convencerlo de que no pasa nada sin que sospeche de mí. No podría, todo lo que sé se evapora cuando él está presente.

Mi corazón late tan rápido que podría jurar que él logra escucharlo.

No sé lo que me pasa, no me gustan las cosas que siento cuando el está presente. Es como si con su mirada angelical logrará traspasar las barreras que he construido.

Y no me gusta, no quiero depender mi estabilidad hormonal de un desconocido.

Porque es justamente lo que es, un desconocido.

Yo no sé nada de él y él tampoco sabe nada de mí, al menos no real.

Alguien carraspeando la garganta a un lado de nosotros me hace salir del hechizo de sus ojos azules. Me giro para ver la mirada confundida de Sarah.

Mierda.

Había olvidado por completo su existencia.

-Hola Alex- ella lo saluda con una sonrisa y se acerca para abrazarlo, el titubea un poco para apartar su mirada de la mía, pero al final lo hace devolviéndole el gesto con cariño.

-Hola Sar- le responde con una sonrisa.

Cada vez que mis oídos detectan el suave sonido de su voz mi frío corazón se calienta un poco. No quiero esto, quiero que estas malditas sensaciones se vayan.

Tal vez estoy haciendo drama por nada, solo es una reacción hormonal por el poco contacto que he tenido con chicos en mi vida.

Pero su sonrisa, su maldita sonrisa hace que mis rodillas se derritan como mantequilla.

Él es solo un chico, un chico común. No entiendo por qué hago tanto drama, nada puede pasar entre nosotros.

Yo estoy muriendo de cáncer y eso ni siquiera su hermosa mirada puede cambiarlo. Yo voy a morir en cualquier momento, no debo hacerme ilusiones.

Además, quién dijo que yo le importaba, él solo ha sido educado. No hay nada más.

-No sabía que ustedes eran amigos- dice Sarah señalándonos a ambos.

Alex abre la boca como si fuera a responder por los dos, pero yo me adelanto.

-Nos vimos en el hospital una vez, nada sin importancia.- respondo con rapidez tragando una pequeña opresión que se forma en mi garganta luego decir esas palabras

De repente me siento mal. Como si esas palabras hubiesen sido un sacrilegio, pero es la verdad. Nosotros no somos amigos y pretender que podemos serlo no es una opción que quisiera considerar.