Tu Nombre En Mis Venas

Capítulo 16

"Tienes la tristeza viviendo en lugares donde la tristeza no debería vivir."

Chiara

Todo a mi alrededor pasa en cámara lenta mientras intento calmar los acelerados golpeteos de mi corazón, mis manos sudan por los nervios y mi respiración es tan lenta que podría jurar que se detuvo.

Mi mente se nubla y aunque quiero decirle que se aleje no puedo articular una sola frase.

-Chiara, ¿Qué te tienes?- su voz suena como terciopelo y sensibiliza más mis débil emociones. -¿Te encuentras bien?

Tengo que obligar a mi cerebro a que formule una respuesta coherente.

-Sí, no te preocupes, Alex. Estoy bien- mi voz se escucha un poco quebrada, pero no puedo dejar que note lo rota que estoy.

Sus ojos me estudian con atención y frunce las cejas.

-Pero no te ves bien- me responde con una ceja alzada, mientras inspecciona mis mejillas mojadas por las lágrimas.

-Pero lo estoy. Y ahora tengo que irme- le digo parándome del pequeño banco en el que estábamos ambos sentados.

El me toma del brazo y me obliga a sentarme de nuevo. Esta vez estoy más cerca de él y el aire a mi alrededor es mucho más pesado. Estar tan cerca de su palpitante corazón y sus sonrojadas le provoca un vuelco a mi corazón.

Su mirada me escudriña con delicadeza y preocupación a la vez.

-¿Por qué estabas llorando?- pregunta apartando un pequeño mechón de cabello detrás de oreja.

Su toque provoca que la sangre en mis venas hierva.

-No estaba llorando- le respondo queriendo poner distancia entre nosotros, pero su mano junto a la mía no lo permite.

-Chiara, luces terrible. Es bastante claro que estabas llorando- responde cruzándose de brazo. Cuando su mano se retira de la mía, me permito poner distancia entre los dos.

Incluso él admite que eres un asco.

No respondo a su comentario, solo me acomodo mejor en el banco. Giro mi cuerpo en dirección a la calle y me concentro en los carros pasar. Muerdo mi labio inferior con fuerza y obligo a las lágrimas a quedarse ahí, no voy a llorar frente a él.

Nunca voy a ser mejor que esto, nunca voy a conseguir recuperarme. No importa que tanto lo intente, lo único que provoco en los demás es lastima. Lo único que las personas sienten conmigo es el deber de cuidar de mí.

Mis padres, Kelly, Adriana. Todo el mundo siente que debe preocuparse por mí, cuidar cada mínimo detalle de mí. Incluso ahora Alex, cree que tiene el derecho de preocuparse de mí.

Lo único que provocan es que sea más débil ante ellos.

-¿Sabes? No tiene nada de malo estar triste a veces- me dice en un intento para que le diga cómo me siento.

No tiene idea de lo que está hablando. Sentirme triste, ¿eh? Yo no me siento triste, yo estoy muriendo. Estoy muriendo lenta y dolorosamente.

Estoy muriendo mientras siento como cada uno de mis órganos funcionan cada vez menos. Estoy muriendo mientras siento como me cuesta respirar.

Estoy muriendo en un abismo de pura agonía y dolor.

No estoy triste.

Estoy hecha pedazos.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto sin dejar de ver los carros pasar mientras dejo escapar un suspiro de puro dolor.

Alex hace un sonido extraño con su boca antes de responder.