NCT [One shots]

Sweet lies (Jungwoo)

¿Cuántas mentiras más estás dispuesta a creerme? 

Descargó el celular con furia haciendo que la mesa de madera hiciera un ruido sordo que en medio de la vacía sala generó un eco molesto que aumentó la ira que creía en su cuerpo, se sostuvo del mesón de mármol sujetando con fuerza sus manos como si temiera que al soltarse se callera. Debía recordarse respirar profundo, pues sus pulsaciones aceleradas solo la iban a terminar asfixiando o generándole un ataque de ansiedad irremediable.

¿Cómo era posible que un mensaje pudiera desestabilizarla?, ¿Cuándo se había vuelto tan débil? Estaba enojada, pero no con él ni con su ridícula excusa, estaba enojada con ella misma por convertirse en aquello que fervientemente había criticado durante años. Ella había dicho, lo había jurado, se lo había prometido en repetidas ocasiones que por nada del mundo se dejaría manipular de un hombre; ella estaba segura que siempre se pondría primero sin importar que tan enamorada estuviera. 

Pero era ingenua, bastante ilusa, tonta, sin experiencia y al parecer con una autoestima bastante frágil pues solo se necesitaba de unos cuantos halagos de él para sentirse querida, para mirarse al espejo con ojos diferentes, para querer arriesgar todo con tal de que su relación funcionara. Si sus amigas la vieran ahora de seguro se reirían, si es que no lo hacen ya pues después de todo las  dejó a todas debido a que odiaba escuchar como critican o cuestionaban las acciones de su pareja; un maldito y ridículo mal buscado del que ya no podía salir. 

Cuando logró controlar su ira, esa personalidad suya que había nacido en los últimos años se hizo presente haciéndole preguntar ¿por qué era tan malo eso?, ¿de verdad debía desconfiar? después de todo su novio la amaba y siempre se lo decía. Era comprensivo con ella, le dejaba detalles hermosos sin ninguna razón, le decía las palabras más bonitas del mundo y se portaba como todo un caballero; era imposible que su príncipe la estuviera engañando y si lo hacía ¿qué con eso? 

Conocía a un puñado de parejas que mantenían aventuras extra matrimoniales, pero siempre elegían a su pareja por encima de todo no había que darle tanta importancia después de todo él siempre llegaba a dormir a su lado, abrazándola por la espalda para dejar dulces besos en su espalda. Entonces ¿qué problema había si no llegaba a cenar esa noche?, no sería la primera vez que no lo hiciera y con el tiempo se había acostumbrado a estar sola cosa que había dejado de desagradarle

Se decidió por mejor cenar ella sola, una cita con ella misma no muy deseada pero no había de otra, se sirvió la comida y se sentó frente al televisor a mirar uno de esos dramas de amor que solían transmitir a esa hora, no solía ver ese tipo de programas más que todo porque odiaba ver a las tontas protagonistas que hacían tanto drama solo porque estaban enamoradas; muy hipócrita de su parte, pero quiénes somos para juzgar. En esta ocasión el novio de la protagonista la había engañado en repetidas ocasiones, pero esta había decidido perdonarlo aunque ya no confiara en él y no pudiera estar sanamente en esa relación; viendo toda la situación sintió ganas de llorar ¿y si a ella también la engañaban?, ¿entonces qué? 

Ella no quería tener una relación poliamorosa o que su pareja se acostara con diferentes mujeres mientras ella lo espera en su casa con la cena preparada, le empezó a doler el corazón como si alguien se lo apretara con fuerza muchas preguntas pasaron por su cabeza ¿él la engañaba?, ¿cada cuánto lo hacía?, acaso todas esas veces donde decía que debía quedarse en la oficina en realidad se quedaba con alguna compañera de trabajo. Su cabeza era un desastre ahora, le dolía todo de solo pensar que todas las palabras que él le dedicaba eran mentira, que todo era una farsa, una dulce ilusión creada para que ella estúpidamente confiara en una relación donde hacía mucho tiempo la sinceridad no existía; las lágrimas se le acumularon en los ojos y la necesidad de destruir todo casi se apodera por completo de ella hasta que el sonido de la puerta abriéndose detuvo el tres que iba a descarrilar.