NCT [One shots]

Pasando pena, pidiendo clemencia (Haechan)

Vergüenza

Del lat. verecundia.

Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante.

- Dícese también de una persona que ocasiona vergüenza y si buscas bien en el diccionario encontraras una foto de un castaño de mejillas prominentes, piel canela y cara de tonto que lleva por nombre Lee Donghyuck

- Eso no dice ahí, mentiroso 

- Claro que sí, hasta puedo ver tu foto y todo -  el de cabellera rubia apartó el diccionario que quería ser arrebatado por el aludido

- Deja de molestar, Jaemin - los dos forcejearon por unos segundos hasta que una suave voz detuvo la disputa. 

- Perdón por interrumpir 

una bajita jovencita de muslos grandes y labios rosados casi detuvo el corazón del que había olvidado que estaba jalando con fuerza el diccionario y por un acto de traición de parte de quien se suponía era su mejor amigo terminó siendo golpeado por la pasta dura del libro haciéndole soltar un agudo gemido por el dolor de su nariz siendo aplastada. El libro cayó abierto en la mesa de estudio donde estaban ambos jóvenes y las risitas de burla por parte del supuesto amigo no se hicieron esperar, sintió que las mejillas se le ponían rojas casi del mismo color que la sangre que empezó a gotear de su estropeada nariz; ni siquiera se inmutó por estar perplejo frente a la hermosa chica que siempre le había robado el aliento. 

- ¡Oh Dios! Estás sangrando - ella parecía algo alterada buscando de inmediato en su mochila algo que pudiera ayudar. Donghyuck trató de subir su cabeza para detener el sangrado, pero de inmediato las manos de ella lo detuvieron - No, no, no hagas eso. 

Las manos de ella sujetaron la parte trasera de su cabello enredándose sutilmente entre los sedosos cabellos cortos, acomodó su cabeza un poco derecha y con un pañuelo azul hizo un tapón en la fosa nasal que seguía creando un río rojo que parecía no tener fin. 

- Debemos ir a la enfermería, podría ser un golpe serio - la castaña soltó el agarre y trató de ayudar al chico a levantarse, pero este parecía seguir en estado de trance. 

- Está bien, noona, yo lo llevaré - Por fin el causante de todo este embrollo decidió ayudar 

Jaemin se levantó de la mesa tomando las cosas de ambos para luego jalar por el brazo al chico que no dejaba de mirar a la castaña consternado como si acabara de ver a un fantasma, ella parecía preocupada y dispuesta a seguirlos sin embargo el rubio la detuvo asegurándole que todo estaba bien, que le agradecía por toda la ayuda. Sabía que el pobre hombre sangrante necesitaba algo de espacio para procesar todo lo que había ocurrido y sobre todo para llorar como un chiquillo porque le dolía demasiado la nariz y para colmo de males había quedado de nuevo en ridículo frente a la estudiante de ultimo año que lo traía loco desde la ceremonia de estudiantes nuevos. 

Desde que tiene memoria la suerte no era algo que lo acompañara, de eso estaba seguro, demasiadas caídas caminando por la calle se lo habían demostrado a la fuerza además del hecho de que tenía el particular don de siempre ponerse en situaciones vergonzosas cuando estaba frente a cualquiera del sexo opuesto. Precisamente por esa razón solo tenía amigos y sus interacciones con las mujeres se reducían a su madre y su querida abuela, excluyendo a ellas dos Haechan, como lo apodó su madre, era un inadaptado socialmente con una tremenda capacidad para dejarse en ridículo. 

- Ves, ahora no solo tu foto está en el diccionario, también tu sangre - Jaemin se burló mientras ambos esperaban a la enfermera. 

- Te odio, te odio, juro que si no fueras mi único amigo te mataría - el chico no dejaba de llorar ni de sangran empapando por completo el pañuelo que ella le había dado.