Heartbreaker II (Doyoung)

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¿Qué pasa cuando la fiesta se acaba?, cuando las luces son apagadas, el trago se acaba y la música cesa ¿qué se siente? Estamos acostumbrados al ruido, a las cosas estridentes, a ese momento de euforia que sentimos cuando estamos en lo alto, posiblemente intoxicados de alcohol o con tanta energía por estar bailando que pareciera que el mundo dejara de existir, que los problemas pasaran a segundo plano y solo fuéramos un cuerpo llevado por sus instintos que reboza de alegría. 

Pero todo lo que está en lo alto tiene que descender, no podemos vivir en constante estado de euforia pues nuestros cuerpos no soportarían eso, se necesita de la tranquilidad rutinaria, de la paz que solo el silencio ofrece y ese momento de conexión con nosotros al que tanto tememos. A ella no le gusta cuando la fiesta termina porque le tiene miedo a la oscuridad de la habitación, a lo ruidosa que es su mente cuando la música está apagada, a la soledad que siente su cuerpo cuando no está siendo estrujada por los cuerpos de personas desconocidas; después de la fiesta solo le queda el miedo. 

Tal vez por eso no aceptaba los sentimientos complicados, huía de las situaciones que requerían compromiso y sobre todo se centraba en simplemente disfrutar de cada hombre sin llenarse de innecesarios títulos o estereotipos de parejas ¿de verdad disfrutada?, ¿era eso lo que sentía? Si tan solo lo hiciera porque en verdad le gustaba vivir así su vida, no lloraría cada noche cuando todos se cansaban de su ritmo descontrolado; si fuera tan descomplicada como dice ser no se atiborraría de alcohol para evitar pensar una y otra vez en lo rota que se sentía por dentro. 

Corriendo por los pasillos del campus intentaba escapar del hombre que había estado moviendo todas sus bases desde que por un desliz le permitió verla vulnerable - ¡Cómo odió ese día! - el peliazul de sonrisa de conejito era demasiado insistente, no estaba dispuesto a dejarla sola cuando se percataba que estaba teniendo un día difícil e incluso se había colado de a poco en sus rutinas que apreciaba demasiado para siquiera compartirlas con alguien. Lo que había comenzado como sexo casual se había transformado en una extraña relación a la que no quería ponerle nombre pues sentía que si lo hacía su falsa idea de libertad se iba a acabar; cómo si su actual vida ya no fuera en sí cadenas para su verdadero bienestar. 

Desde que su madre había muerto la confianza en las personas había sido enterrada también, se negaba a estar en una relación con un hombre por miedo a que le rompieran el corazón y quedara tan destruida como su progenitora que por un mal de amor terminó dando su vida. Todas esas heridas que decidió ignorar se habían convertido en llagas abiertas dentro de su alma que ahora la consumían cuando se sentía sola o confundida pues quería evitar cualquier sentimiento de aprecio hacia Doyoung.

- ¿Dónde estabas? Hoy es día de promociones en el super - ¿cómo es que siempre la encontraba? - Vamos a llegar tarde, ¡Apúrate! 

Sin planearlo ni quererlo había formado pequeños planes diferentes junto a quien se supone solo sería su entretén sexual, ahora Doyoung solía acompañarla a casa al final de la jornada escolar, los jueves aprovechaban las promociones para comprar los víveres de la semana e incluso entraba a su pequeño departamento para ayudarle a desempacar todo.  La situación se estaba volviendo agradablemente irritante, una parte de ella se resistía a dejarse llevar por esa tranquilidad cotidiana donde no hacía falta sexo para disfrutar de la presencia del otro, donde incluso quedándose en el sofá abrazados se sentía en la cima del mundo ¿el final de la fiesta también se puede sentir así? 

La pareja no pareja caminaba en completo silencio mientras cargaban las pesadas bolsas del supermercado, se habían pasado un poquito con las ofertas de ese día, el camino no era largo pero ambos iban con paciencia como si disfrutaran de ese momento tan íntimo donde no había necesidad de decir algo pues la sola compañía era suficiente. Esa clase de pensamientos y sensaciones habían iniciado hace dos meses, la parte cariñosa atenta y gentil de Doyoung no eran nuevas para ella, pero ahora eran bien recibidas; no entendía que era lo que había cambiado entre ellos dos o si la que cambió fue ella. 

- Prepararé Ramen, puedes descansar mientras tanto - Doyoung se había ofrecido a pasar el resto de la tarde cosa que ella no fue capaz de impedir pues ese día en particular se había sentido bastante sola. 

- Está bien, ayudaré - en el último mes había descubierto que los dos hacían un buen equipo a la hora de cocinar teniendo una sazón parecida, sin embargo, a Doyoung le gustaba atenderla y contemplarla. 

La mayoría del tiempo evitaba que Doyoung la mimara más de la cuenta sacando a relucir su personalidad fastidiosa donde simplemente se alejaba de él sin darle explicaciones o le daba celos con Yuta tratando estúpidamente de aburrir al hombre de paciencia infinita . Aun así la actitud fastidiosa que fue recurrente los primeros seis meses ya no era tan frecuente, solo lo hacía cuando se sentía muy débil o cuando el peliazul cavaba muy profundo en su corazón; ahora dejaba que el otro la abrazara, le diera besitos tiernos e incluso la invitara a planes que iban más allá de lo carnal. 

Para Doyoung ver como la cerrada chiquilla de incontables demonios se iba abriendo de a poquito frente a él era simplemente asombroso de ver, no es que él buscara sanarle el corazón o tuviera el altruista deseo de ser el hombre que le cambiara la vida; él también quería que lo amaran, lo tratan con cariño como él lo hacía, pero por el momento estaba dispuesto a soportar otro poquito para ver como ella dejaba atrás tanto dolor. Por parte de ella todo era incierto, como lanzarse de un acantilado sin equipamiento de seguridad, no tenía idea de cómo se enfrentaba el lado oscuro de su alma ni como podía ser más agradecida con el hombre que le tenía tanta paciencia; por ahora solo trataba de detener sus instintos de huida. 

- Doyoung 

- Mmh 

- ¿Hasta cuando piensas seguir con esto? 

- Solo me faltan las verduras - suspiró tratando de controlar la molestia 

- Eso no, me refiero a esto - hizo señas tratando de señalarlos a ambos - ¿no te molesta? solo te trato mal, te alejo y te digo que solo podemos tener sexo 

- ¿De verdad solo me quieres para sexo? - el chico descargó todo y la encaró mirándola directo a los ojos 

- Yo... sí... supongo - dudaba, no era capaz de mirarlo a los ojos, las manos le temblaban 

- Mírame a los ojos y dime que solo me quieres como tu juguete sexual y me alejaré para siempre 

Silencio, su cuerpo no reaccionaba y las palabras no salían 

- Dilo, t/n - no había respuesta - Bien, me iré entonces 

Doyoung tomo el celular del mesón y empezó a caminar hacia la puerta siendo detenido por dos mano temblorosas que parecía que fueran a dejar de funcionar en cualquier momento, esperó a que la chica dijera algo, pero lo único que escuchó después de un rato fueron los sollozos de alguien que intentaba retener las lágrimas con toda su fuerza. Se giró para encontrarse la imagen de la castaña con la cabeza gacha, el llanto que no cesaba y los brazos temblorosos que no estaban dispuesto a soltar su mano por más difícil que fuera mantener un agarre en esas condiciones. 

- No lo he dicho así que no te vayas - la voz era casi un susurro que Doyoung se esforzó por entender. 

- ¿qué? 

- No sé qué siento por ti, ni lo que quiero, ni prometo ser menos esquiva ahora, pero - respiró profundo - no quiero estar lejos de ti 

Doyoung sonrió de manera cálida tomando con cariño el cuerpo de la temblorosa mujer para rodearlo con sus brazos, de a poco la postura de ella se fue relajando subiendo sus manos para aferrarse a la ancha espalda con miedo de que la fuera a soltar en algún momento. El peliazul la sujetó con más fuerza apoyando una de sus manos en la cabellera de ella sobándola con delicadeza para que sintiera que no había nada de qué preocuparse pues si de él se tratara se quedaría ahí a su lado por mucho tiempo. 

Tal vez que la fiesta se acabara no era tan malo si tenías a alguien para acompañarte en medio del silencio. 




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Yo no pensaba hacerle segunda parte a esa historia, pero vi el comentario de @princessoflies16 y dije why not! 

Me estoy desatrazando de algunos pedidos, historias que dejé así sueltas, así que estén pendientes !!

NCT  [One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora