Almas flama ( Taeyong)

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A ella la conozco desde antes de que sus pies pudieran tocar el suelo cuando se sentaba en el sofá, desde que sus manos entraban con facilidad por los barrotes de la cerca del vecino, la tengo a mi lado desde que corría por el prado en busca de luciérnagas e incluso desde aquella vez que quemó el cobertizo para demostrar que hacia magia. La reconozco por inercia, por costumbre, hasta por sinestesia; nuestros cuerpos se perciben incluso a kilómetros de distancia, ella se acerca y mi corazón brinca, se aleja y mi estómago se comprime. 

La primera vez que nos vimos tenía el cabello sujeto con un enorme moño rosado que combinaba con el impecable vestido de tul, las piernas delgaditas como los dedos de las manos y su piel morena que parecía resplandecer con los rayos de sol. Cuando juntó su mano con la mía en su intento de detener el lápiz que se le caía, me miró con sus ojitos saltones que se encendieron como faroles luego de unos segundos de observarme; apretó los labios como si tratara de evitar decir algo, pero luego con una sonrisita me susurró "tu aura es bonita". 

Mi aura es verde, la de ella violeta y cuando aprendí a combinar colores le dije con pena que nuestras auras nunca combinarían. Ella me miró soltando una carcajada de esas que se me contagian y como si de una adulta se tratara, a los seis años me respondió "y cómo no sí yo a vos te conozco desde antes"

-  ¿Desde antes?, ¿desde antes de los cinco años? - le sigo preguntando incluso después de años. 

- Desde mucho antes que eso - me dice siempre con la misma sonrisa de ojos brillantes.

- ¿Desde el embarazo, entonces? - la molesto para tratar de sacarle una sonrisa y ella siempre me cumple.

- No, ¡cómo crees!, vos y yo nos conocemos desde antes de que las estrellas fueran creadas.

Y yo le creo y lo siento, del verbo sentir, mi corazón se enciende como la primera vez que me lo dijo y confío en ella con la misma inocencia de aquel niño de diez años que le dijeron "cerrá los ojos, te voy a regalar algo". Ese día me regaló mi primer beso, uno cortico y fugaz que apenas rosó mis labios; recuerdo que sentí que de la garganta me crecieron flores y yo solo estuve vomitando palabras bonitas todo el día hasta que mamá se percató que algo hermoso me había pasado. 

Por esos días pensé que me seguiría regalando flores a través de sus labios, pero con el tiempo descubrí que a ella no le gusta el contacto o tal vez no lo descubrí y solo lo admití porque cuando hice memoria recordé como siempre evitaba que su padre la cogiera de la mano al caminar, prefiriendo entregarle un solo dedito como muestra infinita de que lo amaba; a su manera. Entonces aprendí a deleitarme con sus pequeñas y efímeras muestras de cariño de suele regalarme en día importantes, ¡qué suerte que ella celebre hasta el día del lápiz!

A los quince años fui consciente de las curvas que se formaron con elegancia por todo su cuerpo, me sonrojé hasta las orejas tratando de alejar mi mirada del cuerpo semidesnudo que nadaba con gracia en el lago. Ese día mientras lidiaba con las hormonas alborotadas se me acercó cómplice a decirme "vos y yo estaremos juntos hasta el día en que yo me muera"; me ha cumplido, incluso en los meses largos donde su alma nómada se aleja y mi ego se resiente creyendo que fue engañado, ella regresa con mochila en mano, bronceado nuevo y gafitas de sol.

- Viste que no me fui - me dice mientras se desnuda con parsimonia, desnudez a la que aún no me acostumbro con los años.

- Sí, te fuiste - le digo tratando de que sea consciente de sus acciones.

- Pero yo vuelvo, Taeyong, yo siempre vuelvo - para ese momento de seguro ya estará en el baño regocijándose de lo mucho que extrañaba el agua caliente.

Cuando las ansiedades de entrar en la famosa adultez se hicieron presentes en nuestra rutina la duda de si un día simplemente no volvería se hizo presente con tanta fuerza que ni sus sonrisas coquetas eran suficientes para calmarme cuando llegaban los días donde se iba sin dedicarme razones. Ese día después de fundirme en ella hasta el cansancio, le pregunté egoístamente, posesivo y receloso. 

NCT  [One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora