Capitulo 55

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Desperté con la pierna enganchada en él, tirando de su cuerpo hacia el mío, sintiendo su 'alegría matutina' no exactamente en el lugar que debería estar.

Empujó hacia mi soltando un gruñido excitado y haciéndome soltar un gemido por el fuerte roce que estábamos teniendo, el cual tuve que suprimir mordiendo mi labio.

Mierda.

Recordé la conversación de la madrugada, y me separé bruscamente de el, no pudiendo evitar cambiar la excitación momentánea por un fuerte golpe en el pecho.

Mandé un suspiro estirando los brazos hacia arriba y girando para quedar de espalda. Restregué mis ojos mandando un bostezo y miré hacia el lado para ver a Ashton con la mitad de su cara aplastada por la almohada y la boca entreabierta. Quise golpear su cara; no se la razón, solo quería dejar caer la palma de mi mano sobre su mejilla, pero, en cambio, solo tomé mi teléfono de bajo la almohada y pegué un salto fuera de la cama para bajar directo a la cocina mientras revisaba los mensajes que tenía en Whatsapp.

Eyleen: Necesito hablar algo contigo ¿Puedes hoy?
Kelshup: No puedo, tengo que ir a la casa de Anne; petición de mi madre.

El mejor novio: ¿Todo bien con Ashton?

Mandé un suspiró y saqué la caja de leche del refrigerador para beber de ella. ¿Que debía responderle a Luke? Realmente no tenía ni las mas maldita idea. Volví a meter la caja dentro y me senté en una de las sillas apoyando el codo en la mesa y mi mejilla en la palma de la mano.

¿Que hacer?

Ashton. Si le decía que teníamos esa promesa de niños de lado, ¿dejaríamos de dormir juntos? ¿El dejaría de besar mi frente antes de dormir? ¿Dejariamos de vernos casi todos los días? ¿Ya no podría quedarme en su casa?

No quería eso. Absolutamente no.

El teléfono empezó a vibrar sobre la mesa, haciendome llevar la mirada hacia el. Lo tomé deslizando el dedo en la pantalla y lo llevé a mi oido, dejando que su voz llenara mis oidos.

-Se que has visto mi mensaje, ¿todo bien?

-¿Tendrías que haber algo mal?

-No realmente.- rió cortamente.- Solo me refería a Ashton, ya sabes...

-Ah.- solté como si realmente no supiera de que me hablaba.- Solo hablamos un rato, todo bien, luego fuimos a dormir.

-Juntos.

-Si, bueno...- me encogí de hombros.- Él no estaba bien y...

-Aunque hubiese estado bien lo habrían hecho igual.- resopló.- No me agrada eso.

-Estás celoso.- afirmé juguetona, no podiendo evitar morder mi labio inferior.

-No lo estoy.- murmuró lentamente.

-Lo estás.- solté una carcajada.- No debes, pequeño.

-No me llames pequeño.

-Vale.- rodé los ojos.- ¿Como quieres que te llame?

-¿Que te parece novio?

-Bien.- reí levemente.- No debes tener celos, novio. No hay doble intención en esto ¿okey? Hablamos un par de cosas y estamos muy claros en todo.

-¿Claros en que? ¿En que eres mía?- rió.

La sonrisa en mi cara desapareció mientras tragaba duro al escuchar eso. El mundo estaba en contra mio y los zombies me comerían. Carraspeé moviendo la cabeza.

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