18.- Final feliz.

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Con el sueño aun invadiendo por completo su cuerpo, Jungkook se remueve con pereza entre las sabanas. Un quejido sale desde su garganta cuando la poca luz de la mañana que traspasa por entre las cortinas choca contra sus aun adormilados ojos. Abre ambos fanales despacio, notando que el techo sobre él, no era el de su habitación. Con desgano se sienta sobre la cama, tallando con sus manos su rostro en busca de alivianar su somnolencia.

Con curiosidad analiza la habitación, reconociéndola de inmediato una vez se encuentra un poco más despierto. A su lado, la calidez de un cuerpo se siente, Jungkook voltea el rostro, suspirando con una sonrisita en sus labios una vez, la espalda desnuda de su novio es vista por sus aun hinchados orbes.

El sonrojo llega tan de pronto así como los recuerdos de la noche anterior. Jungkook se hace una bolita, apoyando la espalda contra la cabecera de la cama y abrazando sus piernas sobre su pecho. Sobre sus rodillas apoya una de sus mejillas, viendo con atención el suave respirar del chico a su lado. Tan lleno de paz, que Jungkook se encuentra deseando que fuera así siempre. Solo el observando al amor de su vida, con el cabello revuelto y esas largas pestañas acariciándole las mejillas.

La felicidad ataca de pronto todo su ser, sintiendo el pecho cálido y preguntándose si alguna vez en el pasado se había sentido así de bien. La respuesta podría ser un enorme y rotundo no, pues Jungkook no recuerda ni un solo día en el que no lamentara su desgraciada existencia. Podría incluso decir que odiaba a su yo del pasado, llegando al punto de querer enterrarlo para siempre y jamás hablar sobre ello. Podría hacerlo, centrarse en solo renacer como alguien nuevo y vivir su vida como siempre quiso, tomar todo ese valor que había perdido a los 15 años y hacer un futuro feliz junto al hombre que tanto ama.

Pero no lo haría, no era algo que pudiera o quisiera realmente hacer. Pues no olvida que fue todo aquello lo que lo llevo a ser lo que ahora es y lo que llegaría a ser.

Ahora los días eran más ligeros, las cosas que antes llegaban a importarle en demasía (su aspecto, y el cómo las personas lo veían) ya no eran, en verdad, tan importantes. Ya no se asqueaba al ver su reflejo y los cumplidos ahora se sentían bien. Su cabeza seguía siendo aún caos, llevándolo a tener recaídas de vez en cuando pero ya era algo que podía controlar. Sus ataques de ansiedad poco a poco desaparecían, haciéndole solo un poquito más fácil esa pequeña parte de su existencia llamada vida universitaria. Hablar frente a sus compañeros ya no era un verdadero problema que le hacía temblar la voz y las manos.

Y aunque a Hoseok no le gustara que le agradeciera por todo lo que había logrado, Jungkook no puede evitarlo, pues junto a Jimin, había sido de gran ayuda a la hora de tomar decisiones con respecto a su salud mental.

Porque Jungkook aprendió que el pedir ayuda no era símbolo de debilidad, que el necesitar de alguien en nuestros malos momentos no era egoísta, y que a su alrededor, existían personas que solo deseaban su bienestar. Que el mundo no quería atacarlo y que más que nada, no todos serian igual que su padre.

Jungkook comenzaba a soltar, un proceso que le llevo un año de su vida, lleno de llantos y mucha culpa, pues el tiempo perdido jamás se le seria de vuelto. Lucho por levantarse, por sentir sus hombros livianos y por librar a su cabeza de todos y cada uno de aquellos pensamientos autodestructivos que desde que era un pequeño, se lo comían vivo. Peleo por poder ver a su madre de nuevo a los ojos y ya no sentirse el peor de hijo en la faz de la tierra. Con uñas y dientes se aferró a lo que en verdad era; un adulto joven con ganas de ver su vida llena de colores.

Ya no más gris, ya no más lluvia. Ya no más de esa espesa neblina que le tapaba los ojos como una gruesa venda y no lo dejaba ver lo maravilloso que era.

Porque todos somos únicos, bellos a nuestra manera y nadie ni nada tiene derecho a decir lo contrario.

Ahora Jungkook podía decir que Jung Hoseok era su rayo de sol, y el, su brillante y colorido arcoíris.

"I Like You" - HopeKookWhere stories live. Discover now